La creencia acientífica y cuasirreligiosa de disociación corporal de “personas/almas que nacen en el cuerpo equivocado”, impregna y se populariza por múltiples vías, como por ejemplo en las redes sociales (rrss).
La más popular, cumpliendo con esa función es actualmente Tik Tok. Se ha convertido en la que más rápido ha llegado a los 1.000 millones de usuarios activos mensuales en la historia de las rrss, y en la que más tiempo pasan sus usuarios, mucho más que en Facebook o Instagram. En España, por ejemplo, es la más descargada por las tiendas de aplicaciones y la que tiene un mayor tiempo de uso entre los menores españoles.
Tiempo promedio en las redes sociales en 2022 por plataforma
Colectivamente, Tik Tok es el trasfondo de la vida cotidiana de adolescentes y jóvenes, que se combinan para construir entre ellos, un conjunto definitivo de "verdades". Estas “verdades” reproducen estereotipos de género que confirman a los menores que seguramente no responden a su cuerpo biológico, que la llamada “transición médica” resolverá sus malestares, y que sin hormonas e intervenciones quirúrgicas, es probable que sufran más, que se autolesionen y probablemente hasta se suiciden, como se señala en Inventing the Transboy.
TikTok contribuye a este adoctrinamiento entre los jóvenes, replicándose con la advenimiento de jóvenes influencers o tiktokers. Por el número de seguidores más el efecto de los algoritmos, retroalimentan el consumo en una determinada dirección de acuerdo a sus intereses. Volverse tiktokers en algunos casos, puede ser una salida laboral, crean contenido, llegan a un mayor número de visionados y seguidores, y paralelamente, podrían generar ingresos económicos, por ejemplo, con la venta directa de sus productos o promociones de otros.
Ese es el caso de una joven argentina, auto identificada chico a los 18 años, que se presenta en su cuenta de Tik Tok como “encontrando su propia voz”, pues quiere seguir la carrera musical. Aunque tiene su cuenta de Youtube e Instagram, como todos los jóvenes que intentan convertirse en figuras conocidas de las rrss, el número de seguidores y visionado es mayormente en su cuenta de Tik Tok.
1- Alcanzar la masculinidad = mutilarse
En uno de sus cortos videos, como son los de Tik Tok, y bien guionado, muestra su proceso de internarse, llenar los formularios de entrada, pasar por la operación de extirpar sus senos, estar en la cama con las gasas hasta su salida, a lo que define como librarse de lo que más le molestaba. Por cierto, la canción elegida no parece festejar su nuevo “nacimiento”.
A una intervención médica radical, que está reservada para mujeres con cáncer de mama, la presenta como una experiencia liberadora y positiva. ¿Cómo se podría sostener que una cirugía destinada a mujeres, como por arte de magia, resulte en volverla varón?
Una forma de hacer que los videos tengan más vistas es crear un texto que la presente y apele a la audiencia y añadir etiquetas o hashtags, como palabras claves.
El texto dice:
“La primera vez que me quité la camiseta me sentí incómodo, sentí que aún me tenía que tapar, que me tenía que esconder. Pero entonces toqué mi pecho y me di cuenta de que lo que más me molestaba se había ido. He vuelto a nacer”
La forma en que plantea su operación responde a la innegable influencia de los dogmas de la ideología de género. También es verdad que quizás, esa decisión haya sido tomada por su propio malestar corporal, al sentir que partes de su cuerpo le recuerdan que es una mujer. No se puede saber, y porque es en un espacio de terapia con un profesional, que ella podría haber sabido cuáles eran sus razones, independientemente de anunciarlo en sus redes.
Afortunadamente, no difunde el autodiagnóstico, como tantos otros atrapados ingenuamente o no en el mundo transgenerista. Tampoco forma parte de las mujeres que se dicen disfóricas, se presentan en masculino y a la vez critican la industria de género en las redes sociales, tan teóricamente confusas y éticamente reprochables. Flaco favor le hacen a las jóvenes lesbianas.
Con su expresión final “He vuelto a nacer” se muestra la fórmula de solución a sus problemas que desconocemos: extirparse los pechos, nombrarse a sí misma en masculino, elegir un nuevo nombre masculino, “volver a nacer”. Ese es el proceso mágico prometido.
Sus etiquetas elegidas son #ftm: de femenino a masculino, feminine to masculine, siguiendo con esta moda de usar palabras en inglés, como binders --comprime pechos-- y packers --bultos de silicona para poner en su ropa interior, acompañando con #transman #Transgender #Transboy #ftmtransition.
Lo complementa también con #mastectomía. Entre los comentarios de su video una persona pregunta: “que le isieron??” (sic) y otra contesta: “Creo que es una operación para disminuir el pecho, no estoy muy informada en el tema pero creo que es eso”.
Se etiqueta con la T, después de la L, G y B y #chicotrans. Curiosamente escribe #fakebody (¿cuerpo falso? ¿cuerpo de mentira? ¿el anterior o el ahora mutilado?).
Agrega que consume #testosterona. Se siente orgullosa #pride y agrega #binderboy, pues también apela a quienes, para masculinizar su silueta se aplastan hasta lograr tener pechos planos. Y ella aquí muestra, e invita a extirpar esa parte del cuerpo sana.
Los comentarios con emojis son abrumadoramente positivos:
“me va a doler, pero tú estarás conmigo”
“I need “
“te amo”
“felicitaciones”
“juro que es lo que más deseo”
“hermoso”
“felicidades hermano”
“sos un grande, seguí así”
“ojalá me animara”
“felicitaciones, llegó al cora lo que escribiste”
“me llena el alma ver esto”
“orgullosa de tu proceso, felicidades”
“tu cara de felicidad vale por mil que ganas de que llegue mi día”
“Felicidades, hermoso! Sigue siempre tus ideales y sigue luchando por lo que te hace feliz”
“el sueño de todos nosotros, felicidades”
“que bonito se siente ver feliz a la gente”
“así me sentía bro, pero eso ya cambio, muchas felicidades bro, a disfrutar el nuevo tú”
“ojalá algún día…”
“yo quisiese :(“
“lloro, yo quiero, diciembre llega rápido por favor :(((“
“qué orgullo, yo dentro de unos meses, estaré hablando con mi doc para iniciar”
“te felicito bro, bien ahí al animarte ah hacer este cambio tan grande y hermoso”
“quiero ser como vos cuando crezca”
“cuanto vale esa operación?”
“cuanto te costó amix?
“el único dolor que quiero sentir”
“toda lucha tiene una recompensa”
“Neta solo necesito la mastect y poder ir a la playa”
Entre los comentarios también está la fricción con el lenguaje: ¿femenino o masculino?
Este es el microclima de su cuenta: los comentarios muestran que algunas personas ya creen que es un varón, que se acompañan de alguna manera pensando que todas se sienten igual, se sirven de aliento, se dan consejos, comparten información y de variados países hispanohablantes.
Un comentario de una persona llamada Hugo, escribe que a dos años de haberse extirpado sus senos, todavía se siente rara al no necesitar ponerse nada antes de la camiseta.
Otro comentario es sobre cómo cuidarse: le recomienda que no exponga al sol sus cicatrices pues podría tener complicaciones.
Una persona pregunta si la cicatriz quedará igual, marcada en la piel o se perderá.
2- Alcanzar la masculinidad = apariencias
La lógica estética entra en colisión con la lógica liberadora de quitarse una marca de ser mujer. ¿Importa tener unos pechos aplastados como los varones y/o importa hacer desaparecer los cortes en la piel? Los deseos que alimentan el mercado de cualquier tipo de modificación de las apariencias o concretamente en el cuerpo, es una carrera sin punto de llegada. Capitalismo en su máxima expresión.
Por ejemplo, para esta joven, las areolas de sus pechos son una parte importante. En un video cuenta que tuvo dos intervenciones quirúrgicas, a las que llama eufemísticamente “masculinización del tórax”. (Aquí el análisis del eufemismo en las intervenciones médicas).
Por la operación, una de las “tetillas” dice, se “necrosó”, “se murió” añade. Entonces por consejo de su cirujano, recurre al tatuaje para reconstruir la coloración de la areola. Su primer video (0:55), después de haberse hecho su primer tatuaje, termina con la publicidad recomendando el lugar, pues cumple con todos los protocolos.
Ella tiene una forma muy clara y amigable de dirigirse ante la cámara, hasta pregunta: “No sé si se acuerdan que …”, como si estuviera hablando a sus amistades.
Le sigue una segunda parte del video (0:22) sobre su tatuaje donde muestra el resultado después de haber pasado un tiempo.
Muestra y compara las areolas del tatuaje advirtiendo que, aunque en una parte no prendió toda la tinta, está muy satisfecha y conforme con el resultado. Nada más recomendable para ser una comunicadora exitosa en su autodeterminación masculina, que seguir acordando con sus decisiones y su imagen positivamente.
3- Alcanzar la masculinidad = oportunidad de hacer dinero.
Con la siguiente anécdota, comienza el relato en este video (0:56): su madre aceptó rápidamente el deseo de su hija a los 18 años de querer ser varón, pero le sorprendió que inmediatamente quisiera usar boxers. Para adecuar las apariencias, necesitaba unos especiales para ponerse packers.
Como no los encontraba, y gracias a la idea de su madre, comenzó con un emprendimiento de vender “boxers sin género”. Estos tienen un bolsillo interno para evitar el constante roce con la piel y son cómodos para uso diario añade, cumpliendo con las reglas de un buen mensaje publicitario.
4- Alcanzar la masculinidad = competición por ser como las otras
Como toda red social, el objetivo es crear tráfico para su cuentas y aumentar seguidores. Esta chica también se une a la moda de crear retos y modas que se vuelven populares de manera vertiginosa. Tik Tok es un megáfono de la ideología de género y de autoafirmación personal frente al resto, así que uno de los temas virales fue mostrar los cambios corporales por el consumo de la testosterona.
Con este primer video (0:45), con el fondo de la bandera tran$, y con 3 años de testo, festeja que tiene 6 mil seguidores, la hace muy feliz ver todo el apoyo que recibe y aclara que lee y responde todos los comentarios.
En este siguiente video (0:24) muestra cómo fueron dándose los cambios en su cuerpo con el consumo de testosterona, desde el día uno en 2019, hasta el último, a los tres años y medio de haber comenzado.
Posa como si estuviera en una competición de fisicoculturismo, anotando en cada foto y video la fecha. En las primeras fotos no parece estar particularmente satisfecha, pero igualmente se forzaba por registrar sus cambios, hasta llegar a una forma del cuerpo más cercana a alguien que trabaja con pesas para desarrollar su musculatura y por supuesto, sonriendo. ¿Su existencia es las fotos y videos y todo esto en las redes? ¿Su imagen es su reflejo en las redes, cumpliendo con las reglas del juego y así construye su “identidad forzada”?
5- Alcanzar la masculinidad = cantar con voz masculina
Finalmente, en este último video (1:15), se presenta como música independiente de 21 años. Ella muestra imágenes cantando desde muy joven, y cuenta que eso siempre le gustó. Luego pasa a contar que al “descubrí mi propia identidad” lo dio a conocer a través de una canción a los 18 años. Entonces, es recién ahora que muestra su faceta musical porque esperó a que la voz cambiara con el consumo de testosterona, e invita a sus seguidores a seguirla en Spotify.
Hacer lo que le gusta desde antes, como componer y cantar sus propias canciones, ¿no puede hacerse mientras su voz va cambiando? ¿Convertirse en artista, solo sería aprobado cuando ya ha logrado su versión más masculina de sí misma, como le indicaría la comunidad a la que cree pertenecer?
Su cuenta representa una subcultura ideológica como muchos otros jóvenes influencers tran$ con la cronología de su “transición”: primero mental y social, cambio de nombre e indumentaria, hablar en masculino, luego a su “transición médica”, con sus cicatrices, su uso de testosterona, prodigándose entre sus seguidores, consejos y ánimos a seguir, con mucha simpatía y siempre manteniendo su acto de fe en la ideología de género.
La idea de reconocer que está en un cuerpo equivocado y que con solo saberlo, ya la hace varón, no implicaría necesariamente que deba intervenir sobre su cuerpo. Justamente eso es lo que ocurre entre la mayoría de los varones adultos que permanecen corporalmente intactos, autodefiniéndose como mujer. Pero este caso, como en el enorme número de chicas adolescentes, por ejemplo en España según el informe de DoFemCo* o en Reino Unido, probablemente solo querría librarse de las marcas del cuerpo femenino.
No se puede saber mucho más, pues todos sus videos siguen un guión muy estudiado. Al final, su historia parece muy artificialmente controlada, acomodándose a la distopía transgenerista, porque al fin y al cabo, es su marco de referencia y hasta ahora, la que cree que es su tabla de salvación.
*EDITADO: La referencia sobre las jóvenes en España no corresponde al “informe de DoFemCo” sino al informe de Feministas de Catalunya, con su trabajo de recopilación de los datos y autora del informe sobre Tr’ansit. (Se agradece a la compañera que señaló el error).
¡Gracias por llegar hasta aquí leyendo Aldiafem! 💜
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Muy buen artículo.
Sólo una corrección: donde pone "el informe de DoFemCo" debería poner "el informe de Feministes de Catalunya", que es la organización que recopiló los datos y autora del informe sobre Trànsit. El artículo que enlazas es un análisis que realiza DoFemCo a partir de estos datos.