Reparación histórica para personas tr4nsgéneras
En la Argentina, las leyes de reparación histórica es el reconocimiento por parte del estado de su responsabilidad por la violación de los derechos humanos. Otorga el beneficio de recibir una pensión y acceso a obra social a personas que fueron detenidas durante la última dictadura militar por motivos políticos, gremiales o estudiantiles entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983.
Sin embargo, en 2017 la provincia de Santa Fe informa que entregaron a 5 personas tr4ns el reconocimiento de Reparación histórica desde la Secretaría de DDHH y de políticas de diversidad sexual acompañado por un programa de Naciones Unidas, la PNUD, con la sabida réplica mediática de los grupos activistas transgénero.
En agosto de 2022, se informa sobre un nuevo caso similar. La primera persona tr4ns, llamada Karina Pintarelli, obtiene el reconocimiento por parte del Estado Nacional y el beneficio previsto para personas detenidas por motivos políticos en el contexto de la dictadura cívico-militar.
El dictamen destacó:
“el carácter “dinámico” de la política reparatoria integral; el rol de la Policía Federal en el marco del terrorismo de Estado y, muy particularmente, el uso de las contravenciones como herramienta represiva, y concluyó que … el Estado asume aquí que las mujeres trans, en su encarnación del género, fueron consideradas agentes subversivos” (sic).
La horrorosa historia argentina durante la dictadura militar es reescrita en términos de la ideología de género. Nadie podría negarles a estas personas su derecho al resarcimiento, pero esto viene con la manipulación del lenguaje y la historia.
En la nota que escribió Flor de la V en Página/12 en referencia al señor Pintarelli señala:
Me interesa señalar puntualmente el caso de las travestis, ya que —como se imaginarán— eran blanco y presa fácil. En este caso, no por una suscripción partidaria, sino por una militancia de identidad. Porque ser travesti en esa época era no solo un gesto de valentía absoluta, también era un tremendo acto político… y por primera vez en nuestro país, una mujer trans recibirá una reparación histórica por haber sido víctima de violencia y torturas en el marco de la última dictadura a causa de su identidad de género.
Esta es la captura de pantalla al buscar el significado de la palabra “travesti”, hoy, septiembre de 2022.
Google indica: es un varón que se viste y se maquilla como una mujer y que, generalmente, actúa en un espectáculo. A la izquierda se adelanta el contenido en Wikipedia: el travestismo o trasvestismo es una expresión de género e identidad de género en la que una persona se expresa a través de la vivencia personal.
Esta adulteración del significado de las palabras lo estamos presenciando en tiempo real. Para describir la realidad, se actúa como en un pase de magia, que termina arribando en una nueva definición que va calando poco a poco todas los resquicios posibles: lo que era un varón afeminado, hoy se dice, es una mujer.
El autor de la nota en Página/12 habla de “militancia de identidad” pero en realidad, era la elección de los varones por romper el estereotipo masculino, y mostrarse con vestimenta, maquillaje y gestos femeninos. Su “tremendo acto político” era socialmente inaceptable y requería el castigo de las fuerzas militares y policiales en esa época.
Estos varones fueron detenidos por su orientacion sexual, pero reconocer la discriminación a homosexuales bajo la dictadura militar no sirve a la ideología e industria de género. La estrategia política, gracias a la Ley de Identidad de género de 2012, es atribuirles un nuevo escalón de reconocimiento social, releer la historia y fortalecer la agenda generista homoodiante.
Aldiafem por los derechos de las mujeres basados en el sexo biológico.