¿SER GORDA ES UNA IDENTIDAD?
Ser gordo es una de las identidades más irracionales dentro de la cultura Woke. Básicamente sostienen que llamar “obesos” a los gordos medicaliza la diversidad humana. Procuran empoderarse rechazando el consejo médico, abrazando una comunidad de apoyo que se enfrenta a la obesidad de manera favorable.
En las teorías posmodernistas, el conocimiento científico es considerado como una construcción de poder, perpetuado a través de discursos que son básicamente de odio hacia los gordos, combinado con la misoginia y el racismo. La producción de conocimiento de ninguna manera puede ser objetiva, sin valores y sin sesgos humanos. Por lo tanto es posible la existencia de múltiples verdades, dependiendo de quién y para qué propósito.
Las revistas académicas, como Fat Studies han acabado con las ciencias sociales (👉véase papers truchos) pues son propensas a teorizar de manera sofisticada sobre sistemas de opresión, propagando un rechazo total de los aportes de la ciencia, y abogando por otras formas de conocimiento, que surgen de las experiencias personales, etc.
El movimiento por los gordos es un movimiento muy popular en Reino Unido, aunque nació en EEUU con la fundación de la NAAFA (National Association to Advance Fat Acceptance) y también con Fat Underground en los setentas. Pero las formas actuales nacieron a partir de las teorías postmodernas más recientes, aunque paralelamente las estudiosas feministas han cubierto el tema de la presión que sufren las mujeres a ser delgadas.
Al principio, los Fat Studies y su activismo fue llamado “Fat Feminism,” pero es en los noventas que el movimiento por la aceptación y celebración de los cuerpos gordos, toma lugar dentro de las corrientes de pensamiento social con la aceptación y celebración del body positive movement. De hecho, inicialmente coinciden con el feminismo radical, hasta que el feminismo postmoderno y lo queer colisionan como puede razonablemente esperarse.
Al aplicar las premisas de los estudios interseccionales, sus demandas ilógicas llegan a decir, por ejemplo, “Nosotros no podemos desmantelar la opresión del peso/tamaño sin adentrarnos en la interseccionalidad de todas las opresiones.” Los sistemas de opresión, argumentan, no ocurren aisladamente, sino que nacen del impacto acumulado por la etnicidad, raza, nacionalidad, identidad de género, orientación sexual, edad, etc. De tal manera, el estado mutable, transitorio de ser gorda, es equiparado a características inmutables de la persona, como la raza, nacionalidad, etnicidad, etc. Esto no tiene sentido, ya que la evidencia indica que la obesidad es un estado, es el resultado de comer en exceso.
En 2010 Linda Bacon, estudiosa de fisiología y psicoterapia, escribió un libro llamado Health at Every Size: The Surprising Truth About Your Health, algo así como Salud en cualquier tamaño del cuerpo, la sorprendente verdad sobre tu salud. Allí argumenta que los cuerpos de cualquier tamaño pueden ser sanos.
Vale agregar que el consenso médico se opone a esta idea. La obesidad puede ocasionar varios problemas de salud, como por ejemplo incrementar el riesgo de enfermedades al corazón, distintos tipos de cáncer y diabetes, además de problemas respiratorios, de movilidad, de articulaciones, etc.
La revista académica Fat Studies se fundó en 2012 y explícitamente enlaza las opiniones negativas de la obesidad con el prejuicio contra la gente gorda, reclamando que Fat Studies es similar a las disciplinas académicas que se enfocan en la raza, etnicidad, género o edad.
Dentro de estos estudios, es común señalar las actitudes negativas alrededor de la obesidad junto al racismo, sexismo, homofobia, transfobia, discapacidades e imperialismo. Aun cuando hay una fuerte evidencia que la obesidad es el resultado de un consumo consistente en el tiempo, de más calorías que las necesarias conllevando riesgos de salud significativos.
Esta es la presentación del libro llamado Fat Activism: A Radical Social Movement de 2016, de la británica Charlotte Cooper, líder en los estudios académicos sobre lo gordo.
Se afirma que el activismo gordo es innegablemente feminista y queer, además que está ligado a la Justicia Social. En su opinión, el discurso de la obesidad es autoritario, por el cual se presenta como la única autoridad sobre lo gordo, y cualquier otra cosa es excluido.
LA PUBLICACIÓN DEL INADI
Veamos los rasgos de esta ideología en tierras argentinas. El INADI 🇦🇷 (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) con su publicación Inclusive, número 4 del año 2021, acuerda con que los cuerpos gordos sufren de discriminación.
La titular del Instituto recupera las siguientes ideas del primer artículo llamado Diversidad corporal, pesocentrismo y discriminación: la gordofobia como fenómeno discriminatorio:
“…la gordura que es motivo de un estigma social que atraviesa de modo determinante y transversal a todos los segmentos etarios y socioeconómicos de la población, y que afecta en mayor medida a las mujeres, personas LGBTIQ+, afrodescendientes, indígenas migrantes y demás personas racializadas. Nos referimos entonces a la gordofobia para precisar y describir todas aquellas prácticas, discursos y/o acciones que burlan, marginan, estereotipan, prejuzgan, rechazan y/o implican la obstaculización y/o vulneración de los derechos de las personas bajoel pretexto de la gordura”. Este es un texto fundamental para dimensionar y deconstruir este fenómeno social tan extendido en nuestra sociedad.”
¿Por qué sostiene que la sociedad “castiga” a ciertas personas por su sobrepeso y excluye a otros que también podrían tener los mismos problemas? Es decir, ¿por qué no están incluidos los varones, las personas “cis”, las descendientes de origen europeo y de otros lugares del mundo, no migrantes y no racializadas? Porque es un discurso moral de oprimidos y opresores, de nosotros contra ellos. La búsqueda por la Justicia Social de este movimiento socava a la sociedad civil.
Socialmente las personas con sobrepeso sufrirían burlas, marginación, rechazo, etc. Entonces, ¿cuál es la solución propuesta para superar su situación desde esta oficina del estado nacional? Reproducir las creencias y propuestas de cambio de este activismo gordo, y así convencer que tener sobrepeso no es un problema, el problema es el estigma.
El segundo artículo de Luz Moreno critica:
“las prácticas médicas que homogenizan los cuerpos en un único cuerpo “sano” posible, y a la vez, inscriben a los gordos como aquellos que han fracasado socialmente…Hoy en día, nos debemos desde el tratamiento de las disidencias sexo-corporales la necesidad de generar protocolos y prácticas desde los servicios de salud que no resulten reproductores de violencia y discriminación”.
En otras palabras: proponen que los médicos no puedan señalar a las personas con exceso de peso, que acuden a su consulta, que sus problemas de salud se deben a su sobrepeso.
Alan Otto Prieto y Thomas Casavieja escriben Pensando en las corporalidades desde una perspectiva travesti-trans. Como no podía faltar, estas personas, que se dicen pertenecer a otra categoría de persona que no existen, pues son varones o mujeres, no pierden la oportunidad manipular la realidad:
“Las personas trans/travestis siempre fuimos sometidas a juicios de valor sociales cuando de nuestras corporalidades se habla, sean los medios de comunicación, las academias hegemónicas e incluso algún sector del feminismo. Las personas CIS sienten la habilitación para ejercer violencia e intentar adaptarnos a las normas del binario de género. Es tan necesario seguir hablando de todos los cuerpos, tan necesario seguir escribiendo y apostando a la deconstrucción de los estereotipos y modelos de género”.
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
La necesidad de difundir temas novedosos y así aumentar la audiencia es otra lógica que funciona en los medios de comunicación, independientemente del contenido que estén publicitando.
En un programa de radio porteño, la Inmensa minoría de Radio con vos, que bien podría haber sido en otra radio, se alienta la difusión de este mensaje aun cuando tiene entre su equipo de trabajo, a un médico cardiólogo, el Doctor Tartaglione. Esperamos que este médico no deje de advertirles a sus pacientes con problemas cardiológicos, que si tienen sobrepeso, deben tratar de adelgazar.
Aquí está el audio de la entrevista en ese programa:
En la primera parte, esta activista señala de manera muy razonable cómo son tratados los gordos en la sociedad actual: en los medios de comunicación donde médicos y programas de televisión fomentan los agravios y humillaciones hacia los gordos; los problemas en la atención en las obras sociales hacia personas gordas; el mensaje de que los cuerpos delgados no son ejemplo de salud.
Pero luego denuncia que se discrimina a las personas gordas y se vulneran derechos --¿cuáles son los derechos vulnerados?-- También cita la violencia hacia las personas gordas. ¿Cómo define al concepto de violencia? Si la definición de violencia incluye todo, entonces nada es violencia. Como otras creencias Woke sobre las políticas identitarias, la idea es crear un enemigo común.
Propone derrocar el pesocentrismo, porque es la obsesión con el peso lo que es perjudicial a la salud, por lo tanto, la balanza es enemiga de los gordos. Argumenta que, como en Argentina hay niveles tan altos de trastornos de la alimentación, la balanza no apunta a una relación buena, saludable con la comida, sino todo lo contrario.
Al atribuirse automáticamente la autoridad por ser oprimida, como todas las que forman parte de este movimiento, la entrevistada se llega a sostener que no debe pesarse a la paciente si no fuera necesario, señalando que también se está llevando a cabo en otras partes del mundo. Otra vez es el activismo que indica a los profesionales de la salud cuáles son las prácticas permitidas y no permitidas en su área de trabajo.
Veamos la propuesta de quitar de circulación la balanza de las farmacias. Al usar la balanza se da a conocer el número de kilos y esto representa un daño para las personas con sobrepeso. Al definirse como vulnerables a la información concreta y objetiva de la balanza, hay que excluirla de las farmacias y todos debemos acompañarlas por no poder afrontar la realidad (Cualquier comparación con la creencia de que un varón puede ser mujer y todos debemos aliarnos con esa definición subjetiva de identidad, no es casualidad).
¿Por qué alimentan el victimismo sobre desafíos que deberían fortalecerlas?¿Por qué haber pasado por una dura experiencia con un médico, significa que no tienen opciones para tratarse con otro profesional que las trate de manera respetuosa y digna?
Como parte de su activismo victimista, se quejan y publicitan experiencias de agravios, acosos, insultos y ofensas, y todos debemos acompañarlas en su dolor, para ganar apoyo y asistencia, hasta de los gobiernos.
La cultura del victimismo brilla con todos sus colores ya que el estado argentino viene a intervenir para auxiliarlas de su situación de opresión. La entrevistada habla de la necesidad de un nuevo paradigma de la salud para las personas gordas centrado en sus derechos (sic). La provincia de Buenos Aires, dice ella, es pionera con su equipo trabajando en los ministerios de salud y mujeres preparando material de formación y educación en la diversidad corporal, y agrega, en la sensibilización para desanudar muchos mitos, como que la salud viene en un envase flaco. También añade al Ministerio Nacional de Salud que está escuchando las demandas de la sociedad civil, dice, que son las demandas de las personas gordas.
FINALMENTE
El aumento del número de personas que tienen sobrepeso está relacionado con la pobreza, la falta de educación preventiva, la vida sedentaria, la dificultad en acceder a comidas saludables, tener tiempo para la actividad física, la inmensa influencia de la publicidad y los bajos precios de alimentos procesados, de comida chatarra, etc.
Por otro lado, la dificultad en controlar el peso, también en algunas podría afectar la autoestima, y de esta manera, ayudar a rechazar el consenso médico de que la obesidad es un serio problema de salud, que en EEUU alcanza proporciones epidémicas.
Los trabajadores de la salud estarían intimidados en atender a pacientes obesos si este activismo gordo sigue ganando adeptos. En EEUU muchos médicos ya se sienten coaccionados a hablar sobre una alimentación sana y actividad física, porque --por esta lógica Woke que impregna todo-- podría interpretarse que hablan por su posición de privilegio, al creer que sus pacientes poseen los mismos medios para cambiar ciertos hábitos. En todo caso, puede predecirse que las personas obesas no contarían con la posibilidad de tomar decisiones informadas sobre su salud.
De yapa:
Podcast Eating Ourselves to Death de Bari Weiss, que también tiene su cuenta de Substack llamada Common Sense. https://open.spotify.com/episode/1ffU1eqXZtoRsfeWIqVani?si=-_mAuXRaT8ym_T3SNKA9QQ