Algunos creen en los milagros en las religiones cristianas. Según la Biblia, María concibió a Jesús por obra del Espíritu Santo sin tener relaciones sexuales con un varón. Pero sabemos que es científicamente imposible que pueda haber ocurrido. Se cree o no se cree en los milagros.
Las creencias religiosas son un sistema de ideas y prácticas, y a menudo tienen una influencia significativa en la vida de las personas que la practican, pueden afectar su comportamiento, sus decisiones y su forma de pensar sobre el mundo y los demás.
Jerusalén durante el Sabbath se transforma en una ciudad fantasma. No hay transporte público, están prohibidas las transacciones comerciales, etc. por lo que todo está cerrado. Estas disposiciones para los no practicantes, siguen siendo controvertidas.
Los fervorosos Testigos de Jehová también traen problemas al resto, pues creen que la Biblia prohíbe el consumo de sangre, rechazando transfusiones aún en situaciones de peligro de vida.
Un médico puede rechazar llevar a cabo una interrupción del embarazo en un hospital público por objeciones de conciencia.
En Francia se prohíbe el uso del burka y el niqab en las escuelas públicas y donde se requiere la identificación visual de las personas. Para las mujeres musulmanas se estaría limitando su libertad religiosa y de expresión.
Aunque muchísimos países garantizan el derecho a la libertad religiosa en sus constituciones y leyes nacionales, los casos arriba citados también muestran la necesidad de encontrar un equilibrio entre los creyentes y los laicos para coexistir armónicamente.
Entretanto, en la actualidad, un nuevo sistema de creencias se expande por muchísimos países. La teoría de la identidad de género consiste en la creencia de que el género es una identidad o un sentido interno del yo que es independiente del cuerpo físico dice Colette Colfer.1 Esta estudiosa de las religiones en su artículo llamado A New Religion, lo describe así:
Gente de todas esas religiones y sistemas de creencias me permitieron entrar en sus mundos sin obligarme a participar o creer. Sin embargo, hoy en día, en Irlanda, cuando se trata de la teoría de la identidad de género, se está volviendo difícil adoptar la perspectiva fenomenológica, ya que existe una creciente presión para aceptar esta teoría acríticamente.
Aunque no existe un concepto de lo divino en la teoría de la identidad de género, hay elementos que podrían considerarse religiosos. Hay símbolos, cantos, banderas, desfiles y días «santos». Existe una creencia en lo que podría denominarse transubstanciación donde se cree que la sustancia del cuerpo cambia de un sexo a otro. La creencia en la identidad de género implica un nivel de fe, ya que no hay nada tangible que pruebe su existencia que, como algo divorciado del cuerpo físico, es similar a la idea de un alma.
La idea de hereje o infiel también es relevante. Personas y organizaciones que no se suscriben a la teoría de la identidad de género, o que la critican públicamente o incluso la cuestionan, han sido denunciadas o condenadas al ostracismo, y productos y publicaciones boicoteados. Los destransicionadores, que ya no se suscriben a la teoría, son similares a los apóstatas.
La teoría también implica un código moral y un credo que se centra en los conceptos de igualdad, diversidad e inclusión. Hay un clero en forma de gente de organizaciones que promueven la teoría y que dan «sermones» en capacitaciones y talleres. Algunas personas señalan su adhesión a la teoría mediante el uso de ciertas palabras o frases o mediante la inclusión de pronombres (como «él/ he/him») en las firmas de correo electrónico o en los perfiles públicos en línea.
De manera que, las legislaciones transgeneristas en concertación con órganos de gobierno nacional y supranacionales, las corporaciones, el sistema educativo, las redes sociales y los medios de comunicación han creado una corriente de opinión bien intencionada, generando una gran masa de jóvenes y adultos convertidos a este sistema de creencias.
Como resultado, se ha subvertido completamente el delicado equilibrio entre los sexos, ya que se socavan y extinguen las todavía imperfectas protecciones basadas en el sexo para las mujeres, pero ahora borrándolas biológica y legalmente.
Está claro que el transgenerismo no es solo un sistema de creencias religiosas, sino que es una ideología, y una campaña de marketing según Jennifer Bilek, que implican una reordenación de la sociedad, sosteniendo el relato “trans”.
Frente a los problemas sociales del transgenerismo, Michael Knowles2 sostiene que se lo debe prohibir de raíz para que las mujeres, por ejemplo, puedan mantener sus propios espacios exclusivos, etc. Tiene una postura mucho más radical y extrema en comparación con Exulansic.3 Contestándole a Knowles, ella afirma que se debe buscar un punto medio, porque se debe respetar el derecho a pertenecer a la Iglesia Trans, como ella la llama. Todos nos podemos acomodar a su sistema de creencias, pero no significa obligar a otras personas que lo crean. Argumenta que ser mujer, la feminidad, tiene una base material y en un estado secular se debería incluir el respeto por espacios, prisiones, competiciones deportivas, oportunidades y financiaciones solo para mujeres.
En el área de empleo, el autor de Woke Inc. Inside the Corporate Social Justice Scam,4 (Woke S.A. Dentro de la estafa dentro de la justicia social corporativa) Vivek Ramaswamy sugiere considerarlo como una religión. De esta manera, desde la perspectiva legal estadounidense, así como no se debe discriminar en base a la religión, tampoco debería discriminarse por no tenerla. Por lo tanto, los empleadores no podrían despedir a quienes no profesen a lo que él llama, la Iglesia de la Diversidad.
Tanto Knowles, Exulansic como Ramaswamy son de EEUU, donde la discusión sobre los resultados dañinos del transgenerismo está ganando preponderancia y ciertos estados republicanos están logrando por ejemplo, prohibir los baños unisex en las escuelas o las eufemísticamente llamadas terapias de afirmación de género5.
Hacía tiempo que no te leía y echaba de menos tus reflexiones. Muy bueno el artículo.
Esto está entre lo mas estúpido que he leído de todos los pseudo análisis falaces escritos por transfobicas.