DE UNA APARENTE OBSESIÓN PERSONAL A LA AMBICIÓN GLOBAL
La abolición del sexo biológico de Alba Rueda
En 1976 un niño de apellido Rueda, nació en la provincia de Salta, en el noroeste de Argentina, y a sus veinte años se mudó con su familia a Buenos Aires. Comenzó sus estudios en filosofía en la Universidad Nacional de Buenos Aires, pero los abandonó por la transfobia entre el personal universitario.
Pronto toma el nombre de Alba Rueda; encuentra a una comunidad travesti, entre ellos conoce a otro activista, Lohana Berkins; y se define como político y activista social transfeminista.
En 2003 se moviliza para conseguir que los varones puedan participar en los Encuentros Nacionales de Mujeres, que ininterrumpidamente se celebraron todos los años desde 1986.
Fagocita al feminismo argumentando en 2019:
… el concepto de “transfeminismo” es el espacio donde más sentido tiene nuestras luchas. Yo creo que soy una persona transfeminista. Porque entiendo que el feminismo está vinculado a nuestras luchas y porque entiendo que las luchas trans hacen al feminismo. Y además es esta la perspectiva con la que decido problematizar como eje de lo que nos está ocurriendo a nivel social, global, cultural, con cuestiones de hetero-cis-patriarcado, con cuestiones de sistemas de violencia hacia las mujeres, hacia las personas de disidencias, hacia las subalternizadas. Así que encuentro eco por nuestras luchas en la agenda política como una agenda feminista y específicamente trasn-feminista.
Rueda ingresa a trabajar en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) consiguiendo que su identidad autopercibida le sea reconocida en el recibo de sueldo en 2006.
Colabora con los amparos colectivos ante la justicia para que se aboliera la categoría sexo biológico en el aparato judicial en los años 2010 y 2011. Así logró su documento nacional de identidad con cambio de nombre y sexo. Esta estrategia utilizada globalmente consiste en sentar jurisprudencia para que con su sola declaración de voluntad de manera irrestricta se logren los cambios registrales. Hizo campaña por la sanción de la Ley de Matrimonio igualitario en 2010 y La ley de identidad de género en 2012.
Durante el gobierno de Macri, 2015-19, la Secretaría de Derechos Humanos había lanzado una campaña que incluía a la heterosexualidad dentro de la diversidad sexual.
En esa ocasión, Rueda es recordado por denunciar el atropello al derecho a la diversidad sexual fuera de las dicotomías biologicistas y la imposición de la heterosexualidad como hegemónica y obligatoria. Las personas “cis” y “trans” son categorías que se excluyen mutuamente, y los “cis” son los privilegiados que formarían parte de la relación heterosexual opresora. De todas maneras, en las filas del partido político en el gobierno opuesto a Rueda, no existen muchas diferencias al respecto, alineándose detrás de la agenda transgenerista.
Desde junio del 2020 hasta mayo del 2022 es la primera “mujer trans” como subsecretario de Políticas de Diversidad, y juró por una patria transfeminista, dentro del recientemente creado Ministerio de la mujer, géneros y diversidad del gobierno 2019-2023. En esa oportunidad manifestó que los pasos de su gestión eran extender la agenda transfeminista de manera integral y transversal.
Uno de sus logros en sus primeros años, fue el cupo laboral para las personas que subjetivamente se definen del sexo contrario. Rueda impulsó el decreto del cupo laboral travesti trans, que en nueve meses se convirtió en la Ley de promoción del acceso al empleo formal para personas travestis, transexuales y transgénero Diana Sakayán-Lohana Berkins. Se garantiza así un cupo laboral mínimo del 1% en el sector público; capacitación y formación para el empleo y protegerlos de ser discriminados en base a su autopercepción en el acceso al empleo, etc.
Reconocido como un experto en cuestiones transgénero, Rueda es designado como Representante especial de Argentina sobre Orientación sexual e identidad de género en la Cancillería en 2022. Su rol es ser el portavoz de política exterior promoviendo la igualdad para personas LGBT en la región y en el mundo. Solo cuatro países tienen representación diplomática de estas características: Estados Unidos, Italia, Reino Unido y Alemania. Así es como los sectores políticos hegemónicos argentinos sobresalen mundialmente por ser los más fanáticos y contundentes en el borrado de las mujeres, más que por los fracasos políticos con las recurrentes crisis económicas y niveles de pobreza indecentes.
La trayectoria política de Rueda es explotada por parte de las campañas transgeneristas en el exterior: en 2021 fue elegido como uno de las 100 personas más influyentes por la BBC y en 2022 la revista Time lo incluyó entre los 100 líderes sociales, políticos e influencers emergentes del futuro. Asimismo, recibió en la Casa Blanca, la distinción como “embajadora de la diversidad” en el marco de la iniciativa Mujeres al mando de manos de la esposa de Biden este 8 de marzo de 2023, en el día internacional de la mujer.1
https://twitter.com/EndWokeness/status/1633574106166599680?s=20
NEWSPEAK
Después de realizar todos sus cambios registrales, en 2018 Rueda pide que sus registros de bautismo y confirmación sean rectificados con su nuevo nombre e identidad de género autopercibido.
El Arzobispo de Salta lo rechazó tratándolo en masculino, argumentando que era una “ficción legal." Agregó: “Fuiste bautizado y ese es un hecho histórico que nadie puede cambiar”.
El accionar de Rueda forma parte de un paquete de reformas más ambicioso, por ejemplo con este detalle de color: empujar a la Virgen María fuera de la política, fuera del Congreso en una campaña por profundizar la secularización de la vida política argentina. Los desprevenidos e ingenuos solo lo interpretan como separar “la Iglesia del Estado.”
En la demanda, se argumenta que el Acuerdo de 1966, es incompatible con su nueva identidad. El Acuerdo sostiene que el Estado Argentino reconoce y garantiza a la Iglesia Católica Apostólica Romana el libre y pleno ejercicio de su poder espiritual, culto y jurisdicción para fines específicos.
El Arzobispado de Salta hasta llegó en un momento a darle el gusto: agregarían una adenda a los registros sacramentales, mediante una anotación marginal en el acta de bautismo. Pero para él era inadmisible: pretendía la anulación y sustitución de sus registros sacramentales. Fue así como su causa llega hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Finalmente, la CSJ rechazó su pedido, amparándose en el principio de neutralidad religiosa del Estado que figura en la constitución,2 por reconocer a la Iglesia Católica el libre ejercicio de la autonomía y jurisdicción con el Acuerdo de 1966, entre otros argumentos.
El Arzobispado afirma que la anulación y sustitución es inadmisible en el marco del derecho canónico. Los registros no son erróneos, y aunque reconoce que la actora (lo llaman en femenino) tiene derecho al cambio de la identidad de género y expresar su identidad autopercibida como femenina, “no tiene derecho a imponer la negación de la realidad, que consiste que al momento de su bautismo era una persona de sexo masculino.” ¿Se podría afirmar que el arzobispado no acuerda con que “sentir el género es reescribir la historia” sino con privilegiar el principio de realidad y preservarla?
En la novela 1984, George Orwell muestra lo que es reescribir la historia, borrando una y otra vez el relato supuestamente "fidedigno" de la realidad. Así en una sociedad autoritaria se controla el pensamiento y el lenguaje con el objetivo de limitar la capacidad de las personas a expresar y debatir ideas libremente con la idea de “newspeak.”3
¿Por qué Rueda habría puesto tanto ahínco sobre unos registros con su sexo en masculino, en una provincia del norte argentino, que seguramente nunca necesitará tener en sus manos? ¿Sería su obsesión personal?
Mi argumento es que no representa ni su obsesión personal ni ha terminado en una derrota. Aún cuando llegaron hasta la última instancia, al máximo tribunal, intentando hacer torcer el brazo de la reglas básicas de funcionamiento institucional de un país, tratando de torpedear el acuerdo entre el estado nacional y la autonomía de esta religión.
Ante el rechazo de la CSJ, dice Rueda:
"Vamos a convocar a expertos latinoamericanos para denunciar a esta Corte internacionalmente."
Y en otro medio declara:
“Hay miles de personas LGBT en América Latina que somos personas católicas en la institución y en la Corte Suprema nos hemos presentado más de 40 organizaciones de Argentina y América Latina solicitando una audiencia pública para poder contar y expresar nuestra posición como personas LGTB dentro de las instituciones católicas. Eso lo ha silenciado la Corte Suprema... ha generado una sentencia violenta, que vulnera nuestros derechos más fundamentales como el derecho a la identidad y a la libertad religiosa, y además nos niega el carácter discriminatorio de la institución».
El propósito es alcanzar la completa autonomía informativa, aun dentro de los registros de una iglesia, como parte de los objetivos de los Principios de Yogyakarta +10, por la erradicación del sexo como categoría legal de 2017.
Esto es un proyecto de largo aliento, a escala masiva, avanzando por distintos niveles al mismo tiempo con recursos casi ilimitados.
Se trata de seguir expandiendo el reseteado, la reinicialización de todas las instituciones sociales hasta lograr la completa disociación con la realidad, hasta con la palabra mujer para que nunca más pueda ser nombrada.
El no fue el primer varón argentino en recibirlo. La primera fue una madre, Susana Trimarco que perdió a su hija en manos de la trata de mujeres y niñas para la prostitución y explotación sexual en 2007.
La CSJ recurrió al argumento de la utilidad cívica de la partida de bautismo asentada en los libros parroquiales. Esa tradición nació con la colonización española. La creación del Registro Civil de las personas en 1889 significó la pérdida del monopolio de la Iglesia Católica sobre la registración de determinados acontecimientos de la vida cívica de las personas.
Paralelamente, se van eliminando todas las palabras que describen ideas políticas poco ortodoxas. Contrario al “newspeak”, es el “oldspeak” que comprende a todas las palabras que representan ideas impopulares o políticamente incorrectas.