Reordenamiento social a través de la abolición de la categoría sexo biológico
Ponencia titulada "Reordenamiento social a través de la ideología corporativa y cuasi religiosa trans en Argentina" presentada en XV Jornadas Nacionales de Historia de las Mujeres, Univ. Nac.de Jujuy
Esta nota es un análisis preliminar sobre el nuevo reordenamiento social basado en el negacionismo biológico, científico y legal.
Este trabajo describe cómo un nuevo reordenamiento social se impone al resto del mundo, borrando a la mujer biológica y jurídicamente. Esto forma parte de los gobiernos, fundaciones, corporaciones y organizaciones supranacionales a través de la regularización de la teoría de la identidad de género a nivel planetario.
Una organización supranacional como es las Naciones Unidas, por ejemplo, se ocupa de consolidar este concepto. El número 5 de sus 17 objetivos de Desarrollo sostenible, en la Agenda 2030, establece alcanzar la igualdad de género, por ser una de las fuentes más comunes de discriminación.
Este reordenamiento social se propone alterar las perspectivas de las personas y re-socializarlas para que se adhieran a normas que son muy diferentes de las que todos hemos conocido hasta muy recientemente. Se promueve la disociación del cuerpo biológico, erradicando del funcionamiento social, la existencia de los sexos como uno de los pilares fundamentales de la organización de la vida en sociedad.
¿Por qué se quiere licuar las normas sociales, el funcionamiento de las instituciones, a partir de la erosión de las características biofísicas de las personas? Se dice que el objetivo es trascender las limitaciones biológicas del cuerpo humano, superar la naturaleza binaria de los sexos, con la ayuda de la tecnología. Ese es el objetivo del transhumanismo a través de la disociación con la realidad biológica inmutable de los cuerpos.
Como se verá a continuación, esta ingeniería social no surge de un movimiento de base con nuevos valores tratando de modificar las instituciones. Sino que es de arriba a abajo, con todos los recursos financieros en alianza con las élites políticas, económicas y culturales.
Tampoco es un movimiento por los derechos humanos, ya que las personas trans son identidades sexuales sintéticas según Jennifer Bilek. Lo que llaman identidades de género es un producto corporativo que existe discursivamente. El propósito de la campaña con el término “trans” es construir una realidad simulada, donde hay personas que existen fuera de los límites de nuestra especie sexualmente dimórfica.
En Argentina, este nuevo reordenamiento social se habría iniciado en los noventa a través de los programas de salud VIH-sida. Fue una puerta de entrada de las usuales referencias de los sexos biológicos femenino y masculino, a la idea de las “diversidades sexuales.” Las diversidades sexuales son retratadas como víctimas de discriminación y estigma, con un impacto significativo en su bienestar y calidad de vida, del que el estado debe ocuparse. Por ejemplo, en 2006, el gobierno de la ciudad de Rosario, creó el Área de la diversidad sexual destinado a poner en marcha un espacio de salud integral para lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales e intersexuales (LGBTI).
Con el entrismo como estrategia, va apareciendo el mismo relato paralelamente en todos los estamentos estatales, instituciones, asociaciones, fundaciones con un insistente mensaje moral basado en los valores de igualdad, diversidad e inclusión.
En el campo legal, los fallos judiciales fueron cimentando la sanción de la Ley de Identidad de Género en 2012, con el famoso caso de Flor de la V. Con su caso se sentó jurisprudencia, y así, un varón puede ser legalmente mujer con su sola declaración de voluntad, sin pericias médicas ni psiquiátricas, o la promesa de cambios corporales en el futuro.
Por supuesto, su caso gana espacios en los medios de comunicación y redes sociales para lograr un mayor nivel de empatía social, como también sucede con el siguiente caso, que entre otros, ganó una importancia insoslayable.
El caso de la madre del mellizo Luana tuvo el mismo propósito. Ella descubrió a la infancia trans gracias a un documental de National Geographic, que difundió esta narrativa alrededor del mundo. Con el respaldo de la Comunidad Homosexual Argentina, el INADI1 y la SENAF,2 obtuvo apoyo institucional, psicológico y estatal para fomentar la idea de la infancia trans. Esto finalmente llevó a que, en 2013, se registrara como una niña a los seis años de edad.
El caso de Luana, al igual que otros, ilustra las redes de colaboración entre organizaciones transgeneristas. Una de las características de este proceso de cambio social es la existencia de relaciones informales y colaborativas entre diferentes actores para la formulación y promoción de dichos cambios.
A partir de 2012 los servicios de salud pública se convierten en tiendas expendedoras de productos de la industria trans. El sistema sanitario provee gratuitamente, con los impuestos de todos los ciudadanos, tratamientos hormonales y cirugías, que eufemísticamente son llamados “de reasignación de sexo.”
El sistema sanitario, como el resto del aparato estatal se ocupará de la permanente formación y actualización del cuerpo administrativo y profesional, para imponer y seguir reforzando este relato hasta la actualidad.
Paralelamente, en 2015 el Código Civil y Comercial incorpora la categoría de “autonomía progresiva”. Esto significa que se otorga a los menores de edad un rol protagónico sobre sus decisiones de salud, ampliando el mercado a jóvenes consumidores de la industria de género. Así los padres pierden la patria potestad sobre sus hijos.
En 2015 el sistema educativo con la ley 27.204 introduce el concepto de identidades de género, pero ya habían incursionado en los contenidos de la ESI y la entrada de grupos transgeneristas a las instituciones educativas. Concretamente, en las escuelas se adoctrinan ocultando conocimientos tan básicos como que la especie humana es binaria, aun los intersexuales caen dentro de una de las dos únicas opciones. El reclutamiento también forma parte de las instituciones educativas. Por ejemplo la provincia de Catamarca, tiene un protocolo escolar para niños trans desde 2022. Según este protocolo, los alumnos menores de 18 años pueden solicitar un cambio de prenombre, y las autoridades deben utilizarlo de inmediato y adoptarlo en todos los aspectos del entorno educativo, siguiendo los principios de autonomía progresiva e interés superior del niño.
La educación superior hasta el CONICET, se han convertido en altavoces de adoctrinamiento de la ideología de género, como muestra recientemente el caso de la Facultad de Filosofía de la UBA declarándose transfeminista.
En el área de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas la forma de “entrarles” es por el programa para la igualdad de géneros en ciencia, tecnología e innovación en 2019. Se crean estructuras administrativas, y así los géneros como categorías de identidad, son privilegiados sobre el conocimiento científico y la meritocracia.
La captura de los organismos de acreditación y licencias profesionales, la formación de docentes, las asociaciones médicas, judiciales, etc. garantiza así continuar con el adoctrinamiento sobre las generaciones futuras.
La reestructuración social implica reescribir la historia, para borrar cualquier vestigio de la existencia de los sexos biológicos, por ejemplo, con lo que llaman sus "luchas históricas". Obligan a revisar los aspectos históricos manipulando el lenguaje. Un caso es el de un individuo que busca cambiar sus certificados religiosos hasta llegar a la Corte Suprema de Justicia, para así imponer cambiar los registros por su identidad de género. También está el caso de varones que desean ser reconocidos como “trans” en el contexto de la dictadura militar.
Estos principios de operación paralela en varios ámbitos, es lo que garantiza que el sistema burocrático siga funcionando y perfeccionándose, también con el registro de las personas. Se vuelve estratégico lograr la disociación con la realidad material en el área del conocimiento, con la recolección de datos y elaboración de estadísticas.
Como ejemplo, en los formularios de la Provincia de Buenos Aires para la admisión al jardín de infantes se les pide a los tutores elegir entre las siguientes categorías: si su hijo es mujer, mujer trans o travesti, varón, varón trans o masculinidad trans, no binario o, inclusive, "otra".
Las instituciones carcelarias son donde se puede ver la silenciosa desnaturalización del sexo biológico. Se ha logrado reestructurarlas de manera que varones autopercibiéndose mujer y mujeres autopercibiéndose varón, estén encerrados con el sexo contrario.
Se ha logrado reestructurarlas de manera que varones autopercibiéndose mujer y mujeres autopercibiéndose varones, estén encerrados con el sexo contrario. El atentado contra la seguridad, integridad y privacidad de las mujeres presas no parece considerarse como daños dignos de preocupación en el funcionamiento de las instituciones penitenciarias.3
La imposibilidad de conocer el sexo de los que reciben atención de salud de las personas es otro caso, así como con el CUIL aleatorio, y el diseño del Censo 2022; etc.
El objetivo es socavar el conocimiento objetivo y verificable, al negar la posibilidad de desglosar las estadísticas según el sexo biológico. Sin información precisa, ni estadísticas confiables y análisis basados en el sexo legal, resulta imposible comprender adecuadamente la situación y buscar una integración equitativa de las mujeres en la sociedad.
El lenguaje también ha sido capturado para hacer desaparecer a la mujer cultural y legalmente. El presente gobierno ha logrado que el lenguaje inclusivo sea usado en toda la administración nacional, como por ejemplo el BCRA, INAES, Ministerio de Salud, etc.
Los medios de comunicación, como otros tantos espacios, acatan la corrección política, fortaleciendo el tabú sobre la realidad biológica de la mujer, e imponiendo los pronombres de preferencia, fomentando el postureo ético.
De allí que pueda verse como una cuasi religión, ya que la creencia en “la identidad de género” implica un nivel de fe. No hay nada tangible que pruebe su existencia que, como algo divorciado del cuerpo físico, de manera que es similar a la idea de un alma”. Aún así, esta creencia se acepta sin discusión en la sociedad argentina.
En este clima, cualquier misgeneración, deadnaming o negación de la identidad a la gente trans o cuestionamiento se castiga con la censura social, el peligro de perder el puesto de trabajo y hasta con proyectos de ley para amordazar al poder judicial.4
Veamos dos casos sobre cómo lograrían corroer las reglas de funcionamiento de las instituciones para modificarlas a su favor entre otros tantos proyectos.
Uno es en el proyecto de Ley integral para las personas trans (2022). Allí se establece velar por el principio de “pro-persona” pues poseen una cualidad superior sobre el resto de los ciudadanos. El proyecto propone que sus derechos sean reconocidos en los ámbitos legislativos, administrativos y judiciales, hasta llegar a incorporarse a la Constitución Nacional. Este objetivo no es casual: la palabra "mujer" aparece tres veces en la Constitución Argentina reform5ada en 1994.
Este proyecto de Ley Integral Trans propone derogar todas las leyes que sean discriminatorias a estas personas (es decir las que mantengan la distinción en base al sexo biológico) y se brinde apoyo a sus organizaciones, etc. De esta manera se logra vaciar el significado de la vida democrática.
Por cierto, ya lo han logrado desde que el cupo femenino ha perdido vigencia bajo el concepto legal de identidad de género sobre sexo. A los efectos legales, no es el sexo lo que cuenta, sino la identidad de género.
El segundo caso pertenece al documento del presente gobierno, titulado Participación política del colectivo LGBTI+ (2022).6 Se propone expandir la agenda trans al interior de todos los partidos políticos garantizando su propia financiación, y llevando su agenda a todas las áreas de cada partido político.
Se podrá argumentar que son sólo proyectos de ley, pero califican como un botón de muestra sobre sus estrategias, su trabajo sincronizado a distintos niveles y áreas.
La generación de procesos de legitimación paralela expande la captura de monopolios de discursos sociales e influencias. Además, ya no parece existir más el cabildeo, la presión de grupos de interés, sino que el estado y el establishment actúan al unísono para el borrado del sexo biológico.
El consenso social, tal como lo vemos en la actualidad, se mantiene prácticamente inalterado sin críticas significativas por parte de los distintos grupos políticos.
En medio del deterioro social y económico de la sociedad argentina, el impacto del borrado de la mujer y así la violación de sus derechos, la negación de la ciencia y la aplicación del derecho, resultado de las políticas identitarias actuales, avanza de manera desapercibida.
Así es cómo se siguen generando cambios por canales extra-democráticos sin llamar casi la atención, y por eso llegamos tarde a comprender y actuar cuando vemos cómo se atenta contra los derechos de las mujeres, ya que lo tienen amarrado, sin lugar a un debate social, político posible.
Esto se logra curiosamente con un exitoso aplazamiento de las responsabilidades, difuminando quiénes están en el punto más alto de los comandos como si fueran todos y ninguno a la vez.
Esta exposición tuvo como objetivo evidenciar la implantación de un nuevo reordenamiento social, a nivel global, a través del borrado de la mujer, con especial enfoque en la situación de Argentina.
29 de mayo de 2023
INADI: Trabajamos para combatir toda forma de discriminación, xenofobia y racismo, impulsando políticas públicas federales y transversales en articulación con la sociedad civil para lograr una sociedad diversa e igualitaria.
SENAF: Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia: Diseñamos e implementamos políticas federales e inclusivas destinadas a promover los derechos de niñas, niños, adolescentes y personas mayores.
https://www.parlamentario.com/2022/11/27/discutiran-un-proyecto-para-apartar-a-jueces-por-tener-posturas-contrarias-a-la-perspectiva-de-genero/
https://www.senado.gob.ar/parlamentario/comisiones/verExp/2464.22/S/PL
https://www.argentina.gob.ar/interior/observatorioelectoral/informes-de-democracia-paritaria/informe-de-participacion-politica
Celebro el trabajo de Aldiafem, resumido en esta nota cuyos links exponen la solidez del posicionamiento. El sujeto político del feminismo son las mujeres. Los varones socialistas nos ponemos a disposición de la lucha por la igualdad real y la abolición del género.