¿Se debería agradecer al loco de Javier Milei por contrarrestar el hegemónico discurso transgenerista?
Haciendo retrospectiva
El domingo 13 de agosto se realizaron las PASO. En esencia, los partidos políticos convocan a los ciudadanos a votar para determinar al candidato ganador dentro del partido o para evaluar su popularidad de cara a las elecciones generales. El candidato presidencial victorioso resultó ser Milei, representante de la extrema derecha, obteniendo un poco más del 30% de los votos.
Con el diario del lunes, se puede decir que algo se trastocó en relación a la agenda transgenerista, si empezamos viendo la tendencia en las elecciones de candidatos LGBT, mayormente masculinos, que se identifican como mujeres.
En las PASO de 2017, se registraron 32 nombres de precandidatos. Se sentían tan animados y fortalecidos, que la periodista y poeta Gabriela Borrelli llegó a reclamar una ley de cupo trans no solo en lo laboral sino también para el parlamento.1
En 2019, según Tiempo Argentino surgió una nómina de 19 candidatos del “colectivo LGBTI+” y la agencia de noticias transgenerista Presentes informa:2
“Presentes realizó un relevamiento de candidatxs del colectivo LGBTI+ en todo el país que competirán para distintos cargos en las elecciones generales. Surgió una nómina de 21 candidaturas de personas LGBTI+ visibles (puede haber más que no aparezcan en registros mediáticos como parte del colectivo)… menos de la mitad tiene muy pocas posibilidades reales de acceder al puesto para el cual se candidatea, dada la ubicación final en la boleta”.
A pesar de las discrepancias en las cifras, aún se pueden considerar como un buen número a siete años de la Ley de Identidad de Género más el espaldarazo de la élite política e intelectual argentina. Esta tendencia siguió en aumento a los dos años siguientes.
En 2021, al menos 28 varones parodiando ser mujeres se propusieron para las listas, informa la publicación Cosecha Roja financiada por una de las agencias pro transgénero operando en Argentina, la Open Society Foundations. Allí celebran que el cupo trans llegó para quedarse también en la política, desde las provincias de Chubut, Neuquén, CABA, etc. Entre los candidatos es llamativo que la mayoría tiene experiencia desde sus trabajos como asesores de políticos o dentro de las estructuras provinciales. En Jujuy se presentaron 7 candidatos a concejalías enorgullecidos porque están cumpliendo con la ley de paridad para la comunidad LGBTIQ. En otra provincia del norte argentino, en Salta, tres varones se propusieron para ocupar concejalías, y mujeres de distintos espacios políticos denunciaron que no se respeta la paridad de género en las listas (o sea, la paridad de sexos). En la provincia de Santa Fe se presentó otro varón por el Partido Socialista, en una provincia que ya tuvo candidatos para cargos legislativos, con otros nueve candidatos más. Otra candidata a senadora se presenta por la provincia de Córdoba (que dice ser “varón trans”). En la Ciudad se presentó un candidato para la legislatura porteña y otro en Provincia de Buenos Aires para la cámara de diputados. Los dos pertenecían al Frente de Todos, es decir del actual gobierno 2019-2023.
Para las recientes PASO de 2023, solo hubo tres candidatos: Fernanda Janeth Ramos candidato a diputado nacional tercero titular, por el partido Unión por la Patria de Salta; Owen Luna para concejal, primero en la lista, en Echeverría por el Partido de los Trabajadores Socialistas, y Reina Ibáñez como candidato santafesino a la presidencia de la nación por el partido Proyecto Joven.3
Efectivamente, ninguno de los partidos políticos que respaldaron a estos candidatos demostró interés en los derechos de las posibles postulantes ni en el espíritu inicial de la ley. Esto tampoco fue una prioridad para la mayoría de las mujeres afiliadas a esos partidos políticos, quienes optaron por permanecer en silencio, a denunciar la trampa de la ley de cupos femenina, excepto las arriba citadas, las perjudicadas salteñas.
Sin embargo, ¿qué habrá pasado para que de dos años atrás, en 2023 se presentaron solo tres, simulando ser mujer, corriendolos de la escena privilegiada de las “diversidades sexuales”? ¿Qué pasó con la insistencia en los “derechos humanos” de las personas “transgénero” víctimas de la sociedad que las patologiza y discrimina? ¿Ya estaban avisados que proponer transgéneros era piantavotos igual que emplear el lenguaje inclusivo entre los candidatos?
El periódico online estadounidense, llamado Washington Blade America 's LGBTQ News Source (Fuente de noticias LGBTQ de Washington Blade América) titula días después: Activistas argentinos dan alarma por la victoria de la extrema derecha en las primarias. El sorprendente triunfo de Milei emite señales de alerta llegando hasta el corazón de la bestia en EEUU. Igualmente, en la misma nota celebran que el candidato rosarino Reina Ibañez ganó suficientes votos para seguir en carrera. Por otro lado, Presentes, el 18 de agosto encabeza la nota: ¿Qué estrategias tiene el activismo LGBTI+ frente al avance antiderechos en Argentina?
Comúnmente se interpreta al fenómeno Milei como un equivalente a Bolsonaro en Brasil, o Trump en Estados Unidos. Veamos entonces qué hizo este último durante su presidencia entre 2017-2021.
En la página llamada National Center for Transgender Equality ya se ocuparon de registrar de manera minuciosa, todas las acciones de Trump contra los transgéneros en EEUU, por supuesto en lenguaje inclusivo. Como muestra, estas son algunas de sus tantas medidas durante los primeros meses de su gobierno:
- el mismo día de su inauguración como presidente, decidió borrar todas las menciones a las personas LGBTQ de los sitios web de la Casa Blanca, Departamento de Estado y Departamento de Trabajo.
- Logró que su candidato Neil Gorsuch integre la Corte Suprema de Justicia, que se destaca por su historial de fallos contra las personas “transgéneros”.
- Seguidamente, decidió que los datos del departamento de Salud y Servicios Humanos no recopilan más información sobre personas LGBT, excluyéndolas también del Censo 2020; entre otras numerosas medidas.
Las feministas radicales estadounidenses reclaman ante la violación a los derechos de las niñas y mujeres de la ley federal llamada Title IX que prohíbe la discriminación por sexo en programas educativos y actividades financiadas con fondos federales. El presidente Obama incluyó la discriminación basada en “el género”, con la conocida estrategia de combinar y sustituir el sexo con la identidad de género. Esa interpretación fue revertida por Trump y nuevamente re-instituida por el actual presidente Biden.4
En Brasil, Bolsonaro entre 2019 y 2023 fue un presidente explícitamente homoodiante. Tomó la decisión de excluir a la población LGBT como beneficiaria de las políticas destinadas a la promoción de los derechos humanos del recién creado Ministerio de la Mujer, de la Familia y de los Derechos Humanos. Los activistas transgénero denuncian, entre otras cosas, que los “trabajadores sexuales” se enfrentan a estigmatización y discriminación, lo que les dificulta llevar a cabo su trabajo.
Ciertamente, a manos de Trump y Bolsonaro se recuperó el sentido común, se reinstaura la realidad binaria sexual de los seres humanos y se rechaza la falacia legal de las subjetividades. De manera que los tres son equiparables pues Milei no se aleja mucho más con su oposición a la agenda transgénero. Este propone eliminar la Educación Sexual Integral (ESI) y el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, el matrimonio igualitario junto con el acceso al aborto legal, entre otras medidas.
Con un tercio de la población que participó de la votación, el contenido de la discusión se alteró radicalmente. Por las redes circuló la necesidad de la vuelta a la meritocracia (en oposición al acceso privilegiado de las víctimas LGBT), salieron a la luz las investigaciones pseudocientíficas del CONICET, etc. Al posteo del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad lo califican como: “degenerados,” “dejen en paz a los niños,” “destrucción de la familia,” “pedofilia.” No se han equivocado: la conocida bandera celeste y rosa fue creada por un pedófilo y la muestran sin ningún remordimiento, porque el grooming sexual hacia menores es uno de los resultados ocultos buscados por la ESI.
https://twitter.com/MinGenerosAR/status/1693261605755035723?s=20
El fenómeno Milei resquebrajó el discurso hegemónico frente a los restantes partidos todos transgeneristas. La crisis económica es extremadamente acuciante y esto obviamente predomina en la mayoría de los debates. Pero también es factible que prefieren quedarse en un rincón calladitos, antes que salir a justificar cómo el sexo es mutable arriesgando todos estos años de firme y creciente popularidad. La experiencia durante las presidencias de Trump y Bolsonaro lo atestigua.
En todo caso, no sabemos quién será elegido como presidente en octubre, pero una cosa es verosímil: con Milei algo cambió.
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La autora argumenta que este cupo serviría para encarar una verdadera lucha contra los travesticidios, y crímenes contra lesbianas y gays.
Esta nota tiene con graves problemas de edición.
Excluyo a un tercero autoidentificado como “varón cis gay,” es decir un homosexual, Esteban Paulón al no sabotear el lugar de una candidata en la lista. Este pertenece al partido socialista santafecino, acordando la agenda transgenerista homoodiante. ¿Aceptará como parejas a mujeres que se autoidentifican como gays o será castigado por transodiante? :-)
La tercera sesión de Independent Council on Women’s Sports (ICONS) relata con detalle la historia de Title IX y la lucha por recuperar la categoría femenina en los deportes en las instituciones educativas.
Para las mujeres argentinas, feministas y lesbianas supone horrores que gane Milei. Me parece terrible hacer una nota remarcando este retroceso en el discurso trans (más allá de todas las falencias que notemos en el mismo) siendo que es producto de una política basada en el miedo que luego nos va a afectar igual a nosotras. Replanteemos también a quién le damos alcance mediático en épocas de crisis
Milei gana porque refleja el voto de los machistas. Ninguna mujer feminista se puede sentir identificada con sus discursos.
Que los trabas sean unos depravados pedófilos, no implica que las mujeres lesbianas lo seamos... me parece peligroso incluir a las lesbianas como parte del problema. La esi no busca hacer grooming a los niños sino educarlos para que puedan detectar abusos que mayoritariamente se dan intrafamilia con el padre, hermano, tío, etc.
"a manos de Trump y Bolsonaro se recuperó el sentido común" Claro, es que el sentido común es totalmente machista, Trump mismo siendo un putero violador.
Como demuestra esta nota, la mayoría de votantes de Milei son machos: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/la-ola-milei-por-que-arrasa-entre-los-adolescentes-varones-parece-que-todo-lo-que-hacemos-es-de-nid24082023/