UNA COLABORADORA POR LA COSIFICACIÓN DE LA MUJER: Mauro Cabral
Mauro Cabral Grispan es una ideóloga intelectual argentina ocupando destacados espacios de poder e influencia por la completa abolición del sexo.
Ella no forma parte de ningún movimiento social, aunque así se presente. Por el contrario, es un cuadro activo de los intereses del entramado de fundaciones, organizaciones LGBTIQ+ y entes supranacionales con sobrados recursos financieros por la promoción de la disociación del cuerpo biológico, erradicando del funcionamiento social, la existencia de los sexos como uno de los pilares fundamentales de la organización de la vida en sociedad.
Su estrategia política basada en el entrismo, se despliega en distintos niveles: nacional, regional e internacional. Cabral viene ejerciendo diversos papeles al mismo tiempo: formando a nuevos convertidos a la ideología trans, financiando a activistas, ejerciendo como experta en el diseño de leyes y políticas sociales, como docente de la universidad, como integrante de comités dentro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), etc.
Es llamativo que Cabral desde épocas muy tempranas haya reflexionado políticamente sobre su historia personal rechazando su propio sexo, a tal punto de ser una de las artífices el cambio registral sin ningún requisito que lo justifique, como es en Argentina.
Su origen
Nace en la provincia de Córdoba y es allí donde se gradúa como Licenciada en Historia y Doctorada en Filosofía de la misma Universidad Nacional de Córdoba.
Cabral nació con una condición llamada intersexual. Estas personas presentan variaciones en el desarrollo sexual producto de alteraciones cromosómicas, gonadales, hormonales o genitales. Aunque existan estas variaciones aún así pertenecen a uno de los sexos.1
Mauro sufrió en carne propia una vieja escuela de pensamiento de la atención médica, en la que se decide de manera precipitada, unilateralmente el sexo por parte de los médicos.
En Wikipedia se informa: “Mauro Cabral fue asignado como mujer al nacer, pero actualmente vive como varón. Ha descrito cómo su cuerpo fue considerado diferente o "incompleto" durante su niñez y adolescencia, por lo que tuvo que atravesar dos importantes cirugías y varios años de procedimientos invasivos.”
En una entrevista se la describe como: “Producto de los intentos de normalización de su cuerpo, lleva las marcas de la medicina, cicatrices, insensibilidad en algunas zonas de la piel y varias intervenciones desde su adolescencia hasta los 24 años. 2
Su experiencia personal la convierte así en la mejor crítica del modelo médico que perseguía encajar cosméticamente a los intersexuales dentro del binarismo sexual.
Su ejecución
Cabral se pone en marcha cansada de las instituciones académicas que seguían sosteniendo que toda diferencia sexual es binaria.
Primero, estuvo a cargo de la coordinación del Área Trans e Intersex de la IGLHRC Latinoamérica (Comisión Internacional Gay y Lesbiana de Derechos Humanos) entre 2005 al 2007.3 que aboga por el avance de los derechos de las personas LGBTIQ+ en las Naciones Unidas.
Con los Principios de Yogyakarta, ella formó parte de la avanzada latinoamericana junto a Sonia Correa de Brasil y Ana Elena Obando Mendoza de Costa Rica, entre los 29 firmantes, en 2006. Puso su firma para indicar su adhesión al concepto de la identidad de género como un concepto legal que deconstruye la realidad del sexo como una diferencia constitutiva de los seres humanos.
Luego Cabral coordinó el proyecto “Intersex and Human Rights” en MULABI, descrito como Espacio Latinoamericano de Sexualidades y Derechos siendo su directora ejecutiva en 2009. También es miembro del Consorcio Latinoamericano de Asuntos Intersex, y del Consejo Asesor Internacional de Derechos Humanos del Programa de Derechos Humanos Watch LGBT.
Su trabajo es reconocido con el Premio Bob Hepple a la Igualdad de GATE en 2015. Según el Oxford Human Rights Hub “Cabral fue crucial en el proceso de promulgación de la Ley de Identidad de Género de Argentina en 2012, una ley que ha sido extensamente citada en decisiones de la Corte en casos de identidad, incluyendo la Corte Suprema de Indiana, la cual inspiró reformas en materia de legislación en países como Malta, los Países Bajos y Suecia”.
En ese mismo año se convirtió en tutor sénior de la Astraea Lesbian Foundation. Astraea apoya a organizaciones lideradas por personas trans e intersexuales para desafiar la opresión y promover la justicia de género, racial y económica. La Astraea Lesbian Foundation ocupa el número 10 en el ranking de donaciones por la causa trans en el mundo. Luego es co-directora y luego asciende como Directora ejecutiva en GATE (Global Action for Trans Equality) hasta que es reemplazada después de 12 años de trabajo. GATE está financiado por Arcus Foundation y Open Society Foundations.
Su rol ideológico
Como intelectual orgánica contribuye a la formación de contenidos sobre los intersexuales, anexando así la I a la agenda trans.
En 2010 escribe un artículo llamado Como la que más, donde reflexiona sobre la intersexualidad y las prácticas de mutilación genital femenina e infantil intersexuales. Destaca cómo la asignación de género se basa en la presencia o ausencia de un pene al nacer y cómo el tamaño del clítoris femenino está sujeto a normas sociales. Se critica la respuesta centrada en aspectos técnicos y se insta a celebrar y desear los cuerpos intersexuales.
También reescribe Pensar la intersexualidad hoy, en base a su trabajo de 2001 presentado en las II Jornadas Provinciales de Bioéticas de Córdoba, sobre las personas intersexuales. Su trabajo es reproducido aquí.
Con la filósofa Diana Maffía escriben ¿Los sexos son o se hacen? en 2010. Maffía propaga las mismas ideas pseudocientíficas desde la academia y en otras áreas de su activismo trans. La pregunta como título del trabajo, nos indica cuáles son los objetivos de su planteo.
Allí se argumenta: “... el sexo anatómico mismo, su propia presunta dicotomía, son producto de una lectura ideológica. Una ideología de género que antecede la lectura misma de los genitales, que no permite hablar de un sexo natural, y que es lo suficientemente fuerte como para disciplinar los cuerpos cuando no se adaptan cómodamente a la lectura que se espera hacer de ellos”.
La medicina, agregan, trata los casos de intersexuales como fenómenos monstruosos, buscando normalizarlos quirúrgicamente. A tal punto que “ni siquiera se considera la posibilidad de que sin los genitales apropiados, esa persona pueda ser amada por alguien tal como es”.
¿Cuál es la lectura política que quieren hacerle a una mala práctica médica? Desarrollar una matriz de pensamiento en base a un eje de dimensiones morales: cuerpos normales vs. cuerpos fuera de la norma.
El razonamiento se apoya en la intervención invasiva y normalizadora, a través de la tecnología para establecer la correspondencia entre la identidad y la genitalidad. Estamos ante un pase mágico en el desarrollo de los argumentos: si se habla de identidad y genitalidad, estas personas ya no son femeninos ni masculinos, y así desaparece el sexo del cuerpo como marca de identificación.
Establecen que la condición de intersexualidad y sus variaciones del estándar es innata, se nos pide reconocerlos como una diversidad corporal única y con tolerancia y respeto. Siguiendo este razonamiento, las personas intersexuales son un género separado de la corporalidad. La confusión lingüística da lugar a que los intersexuales sean leídos como fuera de la naturaleza binaria de los cuerpos afirmando así el negacionismo biológico.
La inclusión de los intersexuales en el acrónimo LGBTIQ+, se debe a que: “Dicha variación puede obedecer a diversas causas … y ser sometida o no a diversas estrategias de normalización sociomédica …, que adquieren un carácter determinante en la conformación de la intersexualidad como identidad experiencialmente sostenida.”
Entonces, ¿están afirmando que las personas intersexuales poseerán por su condición innata una identidad particular? La lógica parece ser como un juego de adivinación de vasos debido a la misma acrobacia lingüística propia del transgenerismo. Se pierde con la mirada el vaso que contenía la piedra y zas! donde estaba el sexo, apareció la identidad de género.
Préstese atención que Cabral nunca ha sostenido que haya un tercer sexo. ¿Pero cómo es que internet, los medios de comunicación, las redes sociales están inundados con esta afirmación o que se afirme que el sexo es un continuo, como si fuera una muestra de un arco de posibilidades o será porque la palabra inter sería una cosa a medio camino de un extremo al otro? La estrategia lingüística es crear una categoría de personas en base a una afirmación cultural, y no en base a la realidad de sus cuerpos que sólo son femeninos o masculinos. Y de esta manera, la verdad desaparece convirtiéndose en una realidad subjetiva.
En otra ocasión, Cabral aconseja concretamente cómo actuar frente al nacimiento de un bebé intersexual:
“Esto no quiere decir no informarle a la familia, no estamos diciendo que a la familia se le diga su bebé no tiene sexo, sino decirle que, en general, las personas que nacen con un cuerpo así se identifican como niñas, sino se siente una niña se lo dirá y cambiará, tal como pasa. Parece una cosa de sentido común, pero implica aflojar una serie de controles y de discursos de propiedad que la medicina, el derecho y las familias tienen sobre niñes, niñas y niños”.
Justamente por esto, los intersexuales salen a denunciar la demagogia y condescendencia de la propaganda transgenerista incorporándolos a una agenda que no tiene nada que ver con sus vidas. Cualquier búsqueda online muestra cómo numerosas organizaciones con la I en el acrónimo, hacen una apropiación fraudulenta en nombre de los derechos de las personas intersexuales.
Cabral llega a afirmar en una entrevista en LATFEM, que existe el movimiento intersex. No es una sorpresa el abuso de afirmaciones que el periodismo no se ocupa de investigar y de las que nadie parece tener responsabilidad.
La inconsistencia teórica es evidente en sus propuestas para los intersexuales y para los trans. Mientras que los protocolos médicos se actualizan con el avance científico, sosteniendo el respeto y la autonomía corporal para los primeros, para los niños y adolescentes trans, promueven el sexismo más rancio con la intervención directa para acercarlos mentirosamente a los cuerpos del sexo contrario (En ese caso el parámetro de los cuerpos de mujeres y varones sí es válido). Entonces, ¿por qué por un lado se habla de la aceptación corporal y por el otro de la transformación corporal? ¿Cuándo un cuerpo es respetado y cuando un cuerpo es objeto de intervención mercantil?
Agente de cambio
Por su condición de intersexual, Cabral participa en el tercer Foro Intersex Internacional que se realizó en Malta en 2013. Justamente dos años después, esa isla adopta la autodeterminación de género con un simple, transparente y accesible procedimiento, tal como es en Argentina la primera en su tipo, solo desde un año antes.
Como lobbista a nivel internacional, con su perfil de directamente afectada y respetada por su experiencia, Cabral Grinspan es influyente en la OMS en materia de Salud sexual, derechos humanos, entre otros asuntos.
En una ocasión, coordina una reunión en 2014, organizada por GATE y ILGA junto a activistas intersexuales en la OMS, titulada Una revisión de los asuntos intersexuales en la clasificación internacional de enfermedades. ¿Cuáles son sus demandas? El respeto a la diversidad corporal humana, el principio ético de “no hacer daño” pero con el agregado de revisar críticamente las normas que subyacen a esos diagnósticos. Se sostiene que hay que eliminar las categorías diagnósticas derivadas de “normas sociales o culturales sobre la diferencia sexual” (es decir la realidad del sexo) y contribuir al desmantelamiento de la patologización y estigmatización de la diversidad corporal.
Entre sus áreas de trabajo, también se incluye la despatologización de la diversidad de género en niños. La revisión indica que los niños con diversidad de género que exploran su identidad y expresión de género no se benefician del diagnóstico basados en perspectivas clínicas. Mas publicaciones como única autora o en autoría compartida se pueden ver aquí.
A fuerza de un permanente cabildeo dentro de la organización, la OMS asienta falsedades que son demostrables científicamente. ¿Por qué importa esto? Porque la OMS entre tantas funciones, se dedica al desarrollo de políticas, normas y estándares de salud. Lo que aprueba y difunde hacia todo el mundo representa supuestamente el parámetro de excelencia científica para todos los especialistas en la materia. Esto demuestra la crisis de legitimidad que tienen las instituciones participando de esta ideología tan invasiva y dañina.
Cabral es un cuadro especializado en estas temáticas, pero no se destaca por ser una vocera popularmente conocida, aunque sus áreas de influencia llegue hasta otros países hispanohablantes Por ejemplo, en 2020 se la da a conocer en Euforia, Familias Trans-Aliadas como activista de los derechos de las personas intersex y trans.
En una entrevista a LATFEM en 2018, titulada “La patologización de las personas trans no se acaba con un diagnóstico ni con una ley” se informa sobre la modificación de la lista de enfermedades mentales de la OMS. Se celebra que la transexualidad ya no forme parte de estas enfermedades, ya que era catalogada como un trastorno psicológico denominado “incongruencia de género.” Mauro Cabral es reconocida por el trabajo incansable para este cambio.
Asimismo se actualizan las demandas de los Principios de Yogyakarta +10 de 2017 defendiendo “la eliminación del sexo como categoría legal.
Allí Cabral describe concretamente un área de trabajo: “Conozco personas trans, no binarias e intersex con todo tipo de discursos acerca de su cuerpo y no es mi trabajo decirles cómo pensar; mi trabajo es tratar de lograr que consigan dinero para financiar su activismo si eso es lo que quieren, que puedan participar del proceso de despatologización de su cuerpo, de sus identidades y sus expresiones de género si les interesa y que puedan participar de otros procesos internacionales”.
Propaganda educativa
La universidad pública también cae dentro de su área como agente educativo. Cabral es artífice junto con Blas Radi, profesor de Gnoseología y Filosofía Feminista, de la primera cátedra libre de Estudios Trans de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Este espacio se convierte en una maquinaria propagandística a favor de las creencias de derechos individuales subjetivos como verdades absolutas, indiscutibles. Es la misma Facultad que según sus autoridades, entró en proceso de “transfeminización” en 2023.
“Se trata de un equipo de trabajo, no es una materia o un curso… las actividades de la Cátedra van a apuntar a tender y fortalecer esos lazos entre la Universidad y la comunidad. El plan de trabajo de este año incluye varias actividades abiertas que serán gratuitas. … “Esperamos que nuestra cátedra sirva para alentar la aproximación crítica a las cuestiones trans, que genere materiales de libre circulación en castellano, que pueda servir de oportunidad de intercambio con estudiantes, activistas, docentes e investigadorxs y contribuir a transformar el lugar de la producción académica trans en Argentina”, dijeron Mauro Cabral y Blas Radi. Aclaran que a sus activistas no le pagarán nada por su trabajo, pero no dice nada sobre ella, que cumple con su función de ideóloga activista gracias a la financiación internacional.
Más recientemente, el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es también su plataforma profundizando su agenda, en el Tribunal Superior de Justicia. Así como el gobierno celebra Día Internacional de Lucha contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género (en Nueva York!) también pone a disposición en su cuenta de Youtube, videos sobre despatologización de identidades de género y orientaciones sexuales englobadas bajo el acrónimo LGBTIQNB+ donde expone Cabral.
Su presentación del 17 de mayo de 2023, se titula Lucha contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género y aborda los temas de intersexualidad y la patologización reinante sobre la población trans.
Repite otra vez la acusación a la normalización médica por permitir intervenciones quirúrgicas, hormonales y mecánicas como “dilataciones con el objetivo de convertir a ese cuerpo intersex en lo más cercano posible a un cuerpo promedio femenino o masculino,” cuando son estas mismas intervenciones que se está llevando a cabo con los adolescentes y jóvenes en nombre del “cambio de género.”
Sabiéndose con mucho poder para influir significativamente en las políticas del gobierno de la ciudad, dirigiéndose a la Oficina de Género dentro del Tribunal, insiste en que las personas trans ya no sufren un trastorno de identidad de género según el cambio de la OMS en la clasificación internacional de enfermedades CIE 11. Pero reitera que aparecen en un capítulo sobre las condiciones relacionadas con la salud sexual, denunciando la idea de mantener una vigilancia biomédica sobre las personas trans, porque sigue persistiendo una sociedad que jerarquiza entre personas normales y las vistas como normalmente trastornadas, o trans.
El transgenerismo sólo existe de manera holística. Se expande a todo los estamentos de la sociedad, de manera que acceder a la autodeterminación del sexo, a la cobertura de salud gratuita, a la cuota de trabajo trans, y muchísimas otras medidas del presente país-gobierno transgenerista, no es de ninguna manera satisfactorio.
Así es que Cabral se encarga de acusar a espacios en los medios donde se sigue patologizando a los trans y lo relaciona con violaciones extremadamente graves de los Derechos Humanos así como denuncia que se estén llevando a cabo terapias de conversión “que son procesos extremadamente invasivos y violentos a través de los cuales se intenta reconvertir a una persona trans en una persona cis.”
Cabral es ejecutora de una ideología encargada en crear clases de personas que sufren del sistema heteronormativo, que son oprimidas y por lo tanto juegan con la empatía social, con el victimismo y a la permanente demanda por recompensas por los infinitos agravios sufridos.
Denuncia como forma adicional de compulsión patologizante, la crítica a la visibilidad en aumento del número de personas trans pues se lo ve como una epidemia, se lo ve como un proceso de patologización con preocupación, aclara, porque hay más trans, y porque ser trans es contagioso.
Este aumento de personas trans se debe, argumenta Cabral, al efecto de las redes sociales y a la ESI (Educación Sexual Integral) y está en lo cierto. Efectivamente se observa el incremento de cambios registrales así como un mayor número de personas que se acercan a los consultorios inclusivos, como por ejemplo informa el periódico La Nación.
El análisis del rol de las redes sociales, por Dofemco advierte el contagio social. El trabajo citado: ¿Cómo supe que era un chico trans?: análisis documental de diez videos de youtubers female-to-male, demuestra la influencia de estos contenidos online en los jóvenes llevándolos a transicionar.
¿Como toma forma la agenda si no es con el completo monopolio de todos los recursos del estado: humanos, financieros, tecnológicos e institucionales? Su razón de ser es convertirse en el estado mismo, por eso termina diciendo: “…el movimiento de la despatologización trata de llegar a la despatologización plena, pero al mismo tiempo con justicia socioeconómica haciendo accesible tanto el reconocimiento como los procedimientos de afirmación de género para todas las personas.” En un país con niveles vergonzosos de pobreza, la acción política propuesta con el acuerdo del estado argentino, es enfatizar que se privilegie aún más a las personas trans. Pero no se trata de garantizar que se haga justicia con estas personas —que son imposibles de verificar porque la identidad de género es una ficción— se trata de la completa aceptación de su relato.
¿Qué papel juegan las mujeres en su exposición? El análisis fino de la frecuencia de palabras en su exposición demuestra por qué es tan necesario la manipulación del lenguaje para lograr una falsa realidad que suena completamente lógica. La frecuencia demuestra cuál es su objetivo claramente: “mujer” fue nombrada cero veces, igual que “varón” y “hombre”. “Femenino” y “masculino” sólo aparecen como adjetivos tres veces. “Sexo” aparece 16 veces en frases como sexo asignado, sexo en el momento del nacimiento. “Patologización” y “patologizante” 28 veces. Su forma de hablar ha logrado magistralmente borrar nombrar a las mujeres, varones, al sexo biológico, tal como la agenda transgenerista lo está logrando.
La reingeniería social se consigue mediante la fuerza del lenguaje del que Cabral está cabalmente preparada, para la completa cosificación de las mujeres quitándoles todo rastro de humanidad.
Si la observacion de los genitales al momento del nacimiento, no permite establecer claramente el sexo del bebé, serán otros estudios que permitirán confirmarlo. Otras veces, es con la llegada de la pubertad que se diagnostica. ¿Cuán comunes son las personas intersexuales? Según Colin Wright citando a Anna Fausto-Sterling, se estima que el nacimiento de una persona intersexual tiene una prevalencia de aproximadamente 0.018% o uno en 5.500 personas. Estos materiales de Colin Wright permite aclarar todas las falsedades en relación a las personas intersexuales y la teoría de la identidad de género: en el video Debunking Myths about the Biology of Sex - ICONS Conference. y su nota en Substack, Don’t Take Pride in Promoting Pseudoscience, Colin Wright. https://www.realityslaststand.com/p/dont-take-pride-in-promoting-pseudoscience
Asimismo, en una comunicación privada con Isadora Sanger quien escribió Born in the Right Body (2022) (@la scapigliata en Twitter) agrega: trans y DSD (Desórdenes del desarrollo sexual) no tienen absolutamente nada en común. Los DSD son anomalías del desarrollo que casi siempre causan infertilidad y una miríada de otros problemas médicos, y la apariencia atípica puede causar el ostracismo por parte del entorno. Los transactivistas han explotado todo esto: la empatía médica y la culpa hacia los pacientes con DSD, así como hacia las personas LGB, que sufrieron abusos médicos en el pasado (los bebés con DSD fueron operados sin ética, los homosexuales fueron sujetos a diversas prácticas de conversión, criminalizados y considerados "enfermos mentales.”
https://latfem.org/la-patologizacion-de-las-personas-trans-no-se-acaba-con-un-diagnostico-ni-con-una-ley/
Esta misma organización ya había premiado a dos argentinos: póstumamente al activista gay Carlos Jauregui en 1998 (1958-1996) y al activista trans Lohana Berkins en 2003.