Probablemente cada país tiene un prototipo del personaje “trans” armado de manera diferente. Resultaría del contexto particular, de la elite política, la academia queer, de la influencia sobre los políticos de las organizaciones financiadas por la agenda transgenerista, etc..
En el caso de Argentina, prendió entre los políticos y la academia. Y es casi seguro que muchos reconocerán este perfil, al haber tomado clases en la universidad, en los institutos, en el trabajo, entre otras instancias de reeducación social.1
Todo comienza cuando el presidente del año 2005 decretó que existían ciertas personas con una particular “identidad de género”. Estas personas necesitan sentirse incluidas y tratadas de manera empática, salvaguardando sus derechos humanos. Para que quede claro, un varón que pretende ser mujer merece toda nuestra aceptación incondicional.2
Es necesario defenderlos por su dignidad y calidad de vida. La razón reside en el sistema cisheteronormativo patriarcal. La religión, la ciencia, la medicina, la psicología son los “dispositivos de discriminación” por los cuales los han torturado con que solo existen dos sexos!! Pero en realidad, el sexo es asignado al nacer. Estas personas sufren a manos del grupo opresor, caracterizados por reconocer su realidad biológica. Pero esto había sido un engaño, el sexo es una construcción social.
Un rasgo a destacar es que conocemos más las historias de varones. Las mujeres solo aparecen a partir de resultados de entrevistas muy marginales y de encuestas, en las cuales su representación es cuantitativamente mucho menor, que la de los varones. Nadie duda que ellos lo han padecido mucho más y merecen un lugar destacado en la escena argentina.
Por estos mecanismos tradicionales, a estas personas se les ha negado reconocer “la maleabilidad y la diversidad de formas de la sexualidad humana”. Los varones han sido silenciados, existiendo hasta ahora, de manera imperceptible. Por lo tanto, de ahora en más, la acción estatal se abocará a reconocer a la diversidad sexual.3
Gracias al Área Queer de la UBA, se sabe que entre estas personas, existirían una cada 100.000 varones y una cada 300.000 mujeres.4
Es de agradecer también, que el desarrollo teórico político se va actualizando con el tiempo. Inicialmente, se habla de “identidad sexual”, “identidad de género diversas”, “homofobia cultural e institucional” . Luego añaden: disforia de género, estar en el cuerpo equivocado, entre otros tantos, pues la naturaleza de ser queer consiste en constantes flexibilidades teóricas, para ayudar a desquiciar el entendimiento lógico racional. Por ejemplo, en 2005 todavía no se hablaba de infancias “trans”. Posteriormente, sabremos que la edad no es un obstáculo para sentir la identidad de género en un menor.
La historia argentina también se revisa en clave kirchnerista. La dictadura militar de 1976-1983, fue la causante de crímenes de odio contra estas personas, recrudecieron los asesinatos violentos y desapariciones forzadas. Estas personas fueron detenidas en los campos de concentración “por el solo hecho de su orientación sexual e identidad de género”. En democracia, inicialmente fueron ignorados por los organismos de DDHH.
Veamos de qué se trata la histórica vulnerabilidad social de estas personas. Por ejemplo, el caso de Lohana Berkins es muy popular. El proviene de una provincia del norte argentino, lo echaron de su casa a los 13 años de edad, se mudó a Buenos Aires y ejerció la prostitución. Otro es Amancay Diana Sacayán, del mismo norte argentino, de origen indígena. Su familia era muy pobre, se mudan a la Provincia de Buenos Aires y también vivió de la prostitución. En el documental Hotel Gondolín de la Ciudad de Buenos Aires, se los describe de manera similar: este ralberga a “travestis y mujeres trans”, del interior argentino, expulsados socialmente por diversas razones, además de haber sido perseguidos por la policía.”5
Básicamente, el retrato es de varones expulsados de sus hogares desde edades tempranas. Al ser brutalmente discriminados en sus lugares de origen tan conservadores, deben trasladarse a ciudades más grandes. Sufren de maltrato y acoso en la escuela, por lo cual no pueden continuar con su educación. Viven mayormente de la prostitución. Reciben epítetos peyorativos y ofensivos, les ponen etiquetas negativas, los persigue la policía, etc.6
Ese relato no puede ser más que una dulce melodía que la progresía izquierdista: por su lugar de origen, huyen del interior argentino, anclado en el pasado; pertenecen a una clase económica baja; tienen un nivel educativo limitado; son maltratados por el estado burgués y el sistema capitalista explotador heteropatriarcal. Es tan atractivo, que la estrategia es seguir definiéndolos como individuos frágiles, débiles, que requieren de la protección estatal. Estas personas y sus aliados, son una masa fiel de votantes misóginos, homoodiantes y sexistas, para seguir afortunadamente torpedeando el orden social.
El estado y las organizaciones afines trabajan incansablemente para poner a estas personas en la escena mediática y política:
Lohana Berkins, fue asesor de una legisladora de CABA; militó por la Ley de Identidad de género; fue cofundador del sindicato de AMMAR (Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina).
Diana Sacayán, fue un activista asesinado por otro varón y por el cual inventaron la figura de los travesticidios.
Camila Sosa Villada, es escritor y actor. Es ganador del concurso Sor Juana Inés de la Cruz, que es un galardón que reconoce a la literatura escrita por mujeres.
Alba Rueda, es activo cabildero por la ley por el cupo laboral trans, fue Representante Especial de Argentina sobre Orientación Sexual e Identidad de Género del Ministerio de Relaciones Exteriores, reconocido en ese cargo por el gobierno estadounidense de Biden.
Mauro Cabral, utiliza su historia personal llamándose intersexual, dando publicidad a lo que fue una experiencia de una mala práctica médica como una imposición heteropatriarcal; es activa cabildera desde las organizaciones transgeneristas extranjeras.
Flor de la V, es una personalidad de la televisión, gana por una acción de amparo para cambiar su nombre en su documento, sin realizarse ninguna intervención médica ni prometer hacerlo en el futuro, como era la injusta legislación en su momento.
A contramano de la cultura tradicional, el gobierno los describe como grupos “vulnerabilizados” y no vulnerables. Estos últimos tienen condiciones inherentes para correr en desventaja, mientras los primeros, tienen que ver con el proceso y la acción que hace que ellos estén en una situación de desamparo.
Esta situación de desamparo surge de ser objeto de represión social, cultural, legal e incluso penal. Sufren violencia de género, verbal, física, sexual, institucional, policial, laboral, así como en casi todos los aspectos de la vida civil. En otras palabras, el estado debe reprender a la sociedad por discriminarlos.
Y si todos son responsables de atender a los sufrimientos de estas personas, ¿cómo se los alivia de esta opresión? Creando una nueva jerarquía de trans vs. los nefastos cis, reduciendo las desigualdades estructurales, pasadas y presentes, reformando la gestión estatal y reeducando a la ciudadanía.
Por ejemplo, se denuncia la falta de preparación y acogida en las instituciones públicas porque estas personas carecen de habilidades para manejar situaciones de debate y confrontación. En las universidades nacionales, por ejemplo, ejecutan planes para prevenir, atender y sancionar las violencias de género, también llamadas políticamente “discursos de odio”. Los ambientes educativos tienen la responsabilidad de “crear un ambiente libre de violencias y discriminación por razones de género y/o identidad sexual”. En otras palabras, la valiosa existencia trans depende inevitablemente de cercenar la discusión y el debate en las mismas casas de altos estudios.
Paralelamente, estas personas son como un oráculo para la sociedad. Poseen un saber único de experiencias y conocimientos sobre la vivencia trans, de sumo valor por el estado. Por ello, solo se las emplea por su rol pedagógico. Más aún, las universidades apuestan a enriquecerse con ellas. En un documento de la red interuniversitaria nacional CiN-RUGE, se afirma: “En suma, creemos que, como decía el referente travesti Lohana Berkins, ‘cuando una travesti entra a la universidad pública, le cambia la vida a esa travesti, cuando muchas travestis entren a la universidad, le cambiará la vida a la sociedad” .
De esta manera, la organización de las instituciones está cuidadosamente diseñada para reflejar una necesaria conciencia crítica de sus propias injusticias, implementando políticas protectoras y reparadoras. En el caso del área de la atención de salud se debe cambiar el paradigma de la formación de los profesionales de la salud, el funcionamiento de los consultorios, pues con los parámetros de la medicina y psiquiatría tradicional, se los patologizaría al negar su identidad de género.
El sistema educativo se ocupa de ello de manera significativa. Además ayuda a mantener viva la dinámica del pobrecito yo, reproduciendo activistas docentes, adoctrinando a los niños y jóvenes con la ESI.7
El poder judicial trabaja en la misma dirección. Entre tantas demandas ganadas, consideremos este caso. Se logró que una obra social le cubra a un varón la depilación definitiva en la cara, pues obligarlo a aceptar su cuerpo o hacerse cargo del gasto, sería un acto de injusticia.
“El mes pasado la Justicia local se apoyó en la ley de Identidad de Género y ordenó a la obra social del Estado santafesino que le reconozca el tratamiento que para las mujeres es de belleza. A la obra social, que se opuso porque lo consideraron una cirugía estética, le queda llevar el caso a la Corte Suprema de Santa Fe. Sánchez todavía no cambió su DNI. Admite a El Ciudadano que no es prioridad. Antes necesita verse y que la vean como mujer.”8
Como obviamente no pueden manejar asuntos mundanos como el empleo y la vivienda, el estado nacional generosamente interviene para resolver parte de estos insolubles problemas. En el empleo gozan de cupos tanto en gobiernos nacional, provinciales, y en universidades nacionales, por ejemplo.9 En vivienda, la provincia de Neuquén les construyó una vivienda, obviamente utilizando los inagotables fondos públicos. En CABA, recientemente el poder judicial porteño, en una decisión "histórica", ordenó en 90 días un programa habitacional para personas trans y realizar un relevamiento de esta población de la ciudad.
El registro oficial de los travesticidios y transfemicidios es otra acción estatal para nuevamente demostrar cuánto lamentan los padecimientos de estas personas:
Trasvesticidio y transfemicidios “es el extremo de un continuum de violencias que comienza con la expulsión del hogar, la exclusión del sistema educativo, del sistema sanitario y del mercado laboral, la iniciación temprana en la prostitución/el trabajo sexual (sic) el riesgo permanente de contagio de enfermedades de infección sexual, la criminalización, la estigmatización social, la patologización, la persecución y la violencia policial.10
Este fue otro logro de las tenaces transfeministas del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, junto con el Ministerio Nacional de las Mujeres, Géneros y Diversidad, convirtiéndolo en otro paso decisivo hacia el reconocimiento y la visibilización de la violencia que sufren básicamente, los varones contra otros varones.
De la misma manera, la reparación histórica es la brillante confirmación de la responsabilidad estatal por la violación de los derechos humanos, como si eso arreglara todo.
Así es como el gobierno trabaja incansablemente por cuidar de la existencia trans y remediar sus injusticias, a través de sus tres poderes, nacional y provinciales, las leyes y políticas públicas, decretos y ordenanzas, etc.
Es indispensable que el estado argentino esté en ambos lados del mostrador: por un lado, es el victimario y por el otro es la víctima, pues forma parte del grito de los despojados de sus derechos.
En realidad es el transgenerismo que se encuentra a ambos lados del mostrador, porque es un fenómeno fundamentalmente estatal en un pobre país, que cede generosamente todos sus recursos y energías, para pervertir la razón de ser del Estado desde dentro.
Gracias por haber llegado a leer hasta aquí.
No pude resistirme a utilizar el tono irónico para describir la retorcida perversidad del estado transgenerista argentino.
¿Y como es el perfil del trans en tu país?
Este retrato deriva tanto del referido documento presidencial de 2005, más lo publicado en los Ministerios de Justicia y DDHH, Salud, Educación de la Nación, INADI, INDEC, Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias, CIN-RUGE, Provincias de Buenos Aires, Neuquen, Misiones, Salta, Río Negro, Entre Rios, Salta, San Luis, más las publicaciones activistas ATTTA, ALITT, CHA, FALGBT, organizaciones como Fundación Huésped, hasta la actualidad.
El análisis de este decreto está aquí:
Argentina inclusiva, Guía de términos y conceptos sobre diversidad sexual desde la perspectiva de derechos, Grupo de Organismos del Estado Nacional para la Protección y Promoción de Derechos de la población LGTBI, 2015.
En 2005, los centros de irradiación ideológica estaban en la Universidad Nacional de La Plata, del Área Queer de la Universidad Nacional de Buenos Aires, dependiente de la Fundación Laboratorio de Políticas Públicas y del Rectorado de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires. Luego se extendió a todo el sistema educativo superior.
Estos como tantos otros, es el perfil dominante en los relevamientos y fuentes de las universidades, organizaciones transgeneristas y gobiernos provinciales. Destaco algunos entre los muchos trabajos publicados: 1999 Primera encuesta entre travestis y mujeres transexuales en la Ciudad de Buenos Aires, Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires y ALITT. 2005 La Gesta del Nombre Propio. Informe sobre la situación de la comunidad travesti en la Argentina, CABA y zonas de PBA, Lohana Berkins (ALITT) y Josefina Fernandez. 2007 Cumbia, copeteo y lágrimas. Informe nacional sobre la situación de las travestis, transexuales y transgéneros, Córdoba, Salta, Mendoza, San Miguel de Tucumán y Neuquén, Lohana Berkins (ALITT) y Josefina Fernandez. 2012 Primera encuesta sobre Población Trans 2012: Travestis, Transexuales, Transgéneros y Hombres trans, La Matanza, Provincia de Buenos Aires, INDEC e INADI. 2017 La Revolución de las Mariposas. A diez años de La Gesta del Nombre Propio, CABA, Bachillerato Popular Travesti-Trans "Mocha Celis" y el Programa de Género y Diversidad Sexual del Ministerio Público de la Defensa de CABA. etc.
Ley Micaela en el sistema universitario nacional, propuesta pedagógica para la formación y sensibilización en género y sexualidades. Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias, CIN-RUGE.
https://www.cosecharoja.org/ley-de-identidad-de-genero-logro-que-la-obra-social-cubra-la-depilacion-definitiva/
En este nota se analiza los primeros meses de la gestión del presidente Milei, y las leyes nacionales y provinciales garantizando el cupo laboral trans.
En Radi y Sardá, 2016 citado por Diana Maffia y Celeste Moretti, Representaciones binarias y cuerpos diversos, Intervenciones para promover la autoridad epistémica y el acceso a la justicia, en Mujeres y LGBTI+ en Argentina, Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Editorial 2023.
En la noticia del punto 8, el último párrafo dice: " “En un estudio en Bogotá (Colombia) el 96% de las mujeres trans recurrió a personal de salud informal para transformar sus cuerpos. El 55% fueron hechas en la casa de un amigo o amiga, y el 14% en garajes y clínicas privadas sin licencia”.
Esa publicación tiene más de 16 años. Dudo mucho que exista algún estudio semejante: si existiera se haría mención de la fuente.